domingo, 26 de enero de 2025

"Instinto básico".




 
"Para mí eres el hombre que se parecía a Michael Douglas", dijo por aquí antes de ayer Lakmé Calleja Trelis, que es tertuliana ocasional "on line" pues vive en Alcoy, cerca de la sierra de Alicante, un lugar por el que siento gran cariño, sobre todo por una cabaña perdida en Guadalest. No es la primera vez que comenta que le recuerdo a este actor (mi fotografía está sacada en un jardín de la Universidad de La Laguna), más que a Pacino o a Mature, con los que también me han comparado a veces. 
 
Michael Douglas es un actor que siempre me ha parecido correcto, aunque a años luz del carisma de su padre, y tras leer las palabras de Aurora (ese es su nombre real) pensé en su película que más me había gustado. Seguramente su mejor interpretación sea la de "Wall Street", y ya que yo conocí bastante bien el mundo financiero -en la época en que la zona de Orense de Madrid pretendió convertirse en otra City de Londres y yo en un broker que se divertía un montón con los líos en los que me metía, y me sigo metiendo (por cierto, ayer me encontré en el Metro a Isabel, una encantadora alumna de esa época y que no veía desde entonces, aunque me dijo que me sigue por las redes, lo que me resultó encantador)-, se me ocurrió escribir sobre esa película. No obstante, he cambiado de opinión recordando que Douglas participó en una de las películas más famosas de los 90, "Instinto básico". Él está bien, pero Sharon Stone se come la pantalla literalmente. El crítico de cine Ángel Fernández Santos, que escribió los guiones de "El espíritu de la colmena" y "El sur", con Victor Erice, y algunas películas de Francisco Regueiro, dijo sobre Sharon Stone:

"Anótese esta tremenda réplica, oída de sus labios: No he tenido éxito hasta tan tarde en Hollywood porque tengo mucha inteligencia. En Hollywood ser rubia y estar bien hecha es algo incompatible con la inteligencia. Me he pasado mi carrera rodando películas con cretinos, y lo único que he aprendido ha sido por mi propia cuenta. Hasta que un cineasta de verdad, como Verhoeven, creyó en mí".
 
Después de eso, cruzo las piernas sin ninguna actitud provocativa, me quedo tranquilo sabiendo que los cretinos solo se encuentran en Hollywood, y me tomo el primer café de la mañana escuchando esta música:
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario