Un joven moreno tocaba la guitarra y una chica rubia de veintitantos años miraba el mar. En apenas unos instantes una señora mayor en silla de ruedas pasó por detrás de ella y también lo hicieron un perrito y otra chica en bicicleta. Al final apareció en mi móvil una niña de cuatro o cinco años, que se situó junto a la chica rubia, mientras se cruzaban otras mujeres de mediana edad. Era la vida con el mar como testigo, casi el principio y el final.
Estuve más de una hora sentado en la arena mirando el mar. ¿Sabría el mar que había empezado un Año Nuevo?
¿Hubo alguna vez un Año Nuevo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario