Ahora que
se acaba de estrenar el biopic sobre Freddy Mercury con el título de su
famosa "Bohemian Rhapsody", y que vi ayer por la tarde, me apetece hacer
una reflexión mezclando, brevemente, el cine con la economía y la
música. Y hablar de Etiopía.
La película es pasable, sin
demasiado ritmo ni atreverse a profundizar en nada. Sin embargo, la
música es fantástica, así como la ambientación de los 70 y 80. En
realidad no quiero hablar de la
película, sino de su tramo final. Algunas personas recordarán el
histórico concierto que se dio en julio de 1985, simultáneamente en
Londres y Pensilvania, para apoyar a dos países africanos Etiopía y
Somalia. Parece ser que lo vieron cerca de 2.000 millones de personas
(el 40% de la población de entonces). Todo venía de un reportaje de la
BBC de unos meses antes donde se hablaba del hambre en Etiopía.
¿Y cómo están tales países en este 2018? Me referiré a Etiopía, un país
de alrededor de 100 millones de personas. Su PIB per capita anual no
llega a los 800 dólares, es decir, viven con poco más de 2 dólares al
día. Es un país donde casi las tres cuartas partes trabajan en el campo,
lo que origina un grave problema, teniendo en cuenta sus severas
condiciones climáticas. Hace apenas tres años sufrieron la mayor sequía
prácticamente desde el concierto que he mencionado arriba. A esto se une
el problema del SIDA, que a las grandes farmacéuticas les deja
indiferentes, supongo que porque su solución no es rentable.
Ahora amanece en algún lugar de Europa. No hace frío todavía, y si lo hace no hay problema porque puedo encender la calefacción. Y escuchar esta música, seguir escuchando esta música hasta que sea viejo y cobre una pensión:
https://www.youtube.com/watch?v=A22oy8dFjqc
Ahora amanece en algún lugar de Europa. No hace frío todavía, y si lo hace no hay problema porque puedo encender la calefacción. Y escuchar esta música, seguir escuchando esta música hasta que sea viejo y cobre una pensión:
https://www.youtube.com/watch?v=A22oy8dFjqc
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