Y hoy me he levantado pensando en ello y en el "Fausto" de Goethe, uno de los libros más influyentes en mi juventud.
En realidad es esa búsqueda secular del "eterno femenino".
Fausto está a la misma altura de otra obra "universal", la Comedia de
Dante. Ambas obras persiguen la misma idea del "pensamiento durable" y
la belleza, entre la trascendencia del espíritu y la sensualidad y
supervivencia física.
Por eso al principio de la obra se leen unos versos que siempre me han acompañado:
“Pero vosotros, verdaderos hijos de la divinidad,
Recrearos en el esplendor de la belleza viviente
Que el devenir, eternamente eficaz y viviente,
Os encierre en los dulces límites del amor.
Y que en vuestra mente el fenómeno fugitivo y flotante
Se fije en una forma durable".
En fin, siempre la búsqueda de la belleza, aunque haya que vender el alma al diablo.
Por eso al principio de la obra se leen unos versos que siempre me han acompañado:
“Pero vosotros, verdaderos hijos de la divinidad,
Recrearos en el esplendor de la belleza viviente
Que el devenir, eternamente eficaz y viviente,
Os encierre en los dulces límites del amor.
Y que en vuestra mente el fenómeno fugitivo y flotante
Se fije en una forma durable".
En fin, siempre la búsqueda de la belleza, aunque haya que vender el alma al diablo.