miércoles, 6 de abril de 2016

El eternamente enamorado

"Eres el eternamente enamorado", me dijo ayer la poeta Zhivka Baltadzhieva en la tertulia literaria antes de empezar su recital.

Y hoy me he levantado pensando en ello y en el "Fausto" de Goethe, uno de los libros más influyentes en mi juventud.

En realidad es esa búsqueda secular del "eterno femenino".

Fausto está a la misma altura de otra obra "universal", la Comedia de Dante. Ambas obras persiguen la misma idea del "pensamiento durable" y la belleza, entre la trascendencia del espíritu y la sensualidad y supervivencia física.

Por eso al principio de la obra se leen unos versos que siempre me han acompañado:

“Pero vosotros, verdaderos hijos de la divinidad,
Recrearos en el esplendor de la belleza viviente
Que el devenir, eternamente eficaz y viviente,
Os encierre en los dulces límites del amor.
Y que en vuestra mente el fenómeno fugitivo y flotante
Se fije en una forma durable".

En fin, siempre la búsqueda de la belleza, aunque haya que vender el alma al diablo.