viernes, 3 de noviembre de 2017

"Esponsales", un poema que me dedica el catedrático Javier del Prado.

Siempre es hermoso que te dediquen un poema o que escriban una canción para ti o que te retraten en un cuadro (otro día hablaré de ello).

Javier del Prado Biezma me ha escrito un poema con momentos de verdadera calidad. Él sabe que es mi catedrático preferido de literatura de la Complutense.

"Esponsales".

(A Justo Sotelo, a su devoción musical).

"La tristísima frase, inicial y perenne,
de la Cellosonata
(Emmanuel Faverman,
al cello) de Beethoven
me llena sin saciarme
de una tristeza adusta.
Tristeza en LA mayor,
de plenitud de lago
que rodea el mantón
de abetos de la tarde,
cuando niño.
Ahondo el vuelo cotidiano
bajo escalas de oscuras resonancias
hasta un ser de conciencia
musical, más allá
de la noción que me desposa.
Veo
en el nidal de rocas
al ser que siento ser
sin serlo aún en plenitud de verbo;
sólo ritmo confuso,
vibración de emociones,
y el arabesco azul
de un Nacimiento
que tarda cada noche en aplacarse.
¡Alegro, ma non tanto!
Y me duelen las uñas en la espera;
un dolor que no borra ni el scherzo,
con ese alegro molto que no alegra,
ni el adagio cantabile,
hasta llegar, ¡ay luz!,
al alegro vivace
que me repite, en triunfo, la tristeza
del devenir constante que ya llega.
Lenta resurrección del ritmo desposado
por fin con la noción.
Y vivo
en melodía audaz de ritmo y de palabra.
¡Música en verbo ya
(o Verbo en música)!
Mi cuerpo hecho poema,
en luz, en vibración, en pensamiento".

(Supongo que Javier se refiere a la delicada sonata nº 4 de Beethoven. Esta versión me gusta especialmente: https://www.youtube.com/watch?v=GFfGHUiuous. En la foto estoy con él en una tertulia).
 
 

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