Estos últimos días he estado releyendo el "Curso de lingüística
general" de Saussure, que ha servido para que todos entendamos el
significado moderno del lenguaje y la lengua, comparando inicialmente el
latín, el griego y el sánscrito. Anoche vi en video, por enésima
vez,"My fair lady", la bella película de Cukor basada en "Pigmalión" -la
obra de teatro de Shaw-, interpretada por Hepburn y Harrison, que por cierto se come la pantalla.
Saussure se pregunta en la página 35 de su libro qué es la lengua
(Akal, 2009, 3ª reimpresión). Y añade: "Para nosotros, no se confunde
con el lenguaje (...) Es a la vez un producto social de la facultad del
lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias, adoptadas por el
cuerpo social para permitir el ejercicio de esta facultad en los
individuos".
Shaw fue un socialista fabiano que seguía las ideas del general romano Fabius "Cunctator" en el sentido de conseguir un mundo más justo, pero sin grandes revoluciones, algo similar a lo que defendía el grupo de "Blommsbury", también en Inglaterra, de la mano de Keynes, Woolf y otros intelectuales y artistas, que vivían cerca del Museo Británico y que empezaron a reunirse en casa de Virginia, en uno de los barrios que más me gustan de Londres. En ese grupo también estuvieron Russell, Carrington, Wittgenstein, Fry, Bell, Grant, etc.
(Hablo muchas veces a mis alumnos de ellos y siempre les digo que me hubiera gustado conocerlos. En España lo más cercano que tuvimos fue la Residencia de Estudiantes -en la Colina de los Chopos, como decía JRJ, junto a los Nuevos Ministerios- donde estudiaron Dalí, Lorca y Buñuel, y que cerró la Dictadura, como tantas cosas.
Pues bien, "Pigmalión" se basa en el conocido mito relatado por Ovidio y, lo mismo que en "My fair lady", la tesis de Shaw explica que la única diferencia entre unas personas y otras consiste en un idioma, una prosodia, un vocabulario y unas ropas, una manera de andar y de mover los brazos.
Me quedé un rato pensativo tras ver la película, recordando a Saussure y Shaw, y en cierto momento empecé a silbar, bajito, la deliciosa canción de Hepburn, cantada por ella misma, aunque la doblaran en la película.
https://www.youtube.com/watch?v=RbebD653agE
Shaw fue un socialista fabiano que seguía las ideas del general romano Fabius "Cunctator" en el sentido de conseguir un mundo más justo, pero sin grandes revoluciones, algo similar a lo que defendía el grupo de "Blommsbury", también en Inglaterra, de la mano de Keynes, Woolf y otros intelectuales y artistas, que vivían cerca del Museo Británico y que empezaron a reunirse en casa de Virginia, en uno de los barrios que más me gustan de Londres. En ese grupo también estuvieron Russell, Carrington, Wittgenstein, Fry, Bell, Grant, etc.
(Hablo muchas veces a mis alumnos de ellos y siempre les digo que me hubiera gustado conocerlos. En España lo más cercano que tuvimos fue la Residencia de Estudiantes -en la Colina de los Chopos, como decía JRJ, junto a los Nuevos Ministerios- donde estudiaron Dalí, Lorca y Buñuel, y que cerró la Dictadura, como tantas cosas.
Pues bien, "Pigmalión" se basa en el conocido mito relatado por Ovidio y, lo mismo que en "My fair lady", la tesis de Shaw explica que la única diferencia entre unas personas y otras consiste en un idioma, una prosodia, un vocabulario y unas ropas, una manera de andar y de mover los brazos.
Me quedé un rato pensativo tras ver la película, recordando a Saussure y Shaw, y en cierto momento empecé a silbar, bajito, la deliciosa canción de Hepburn, cantada por ella misma, aunque la doblaran en la película.
https://www.youtube.com/watch?v=RbebD653agE
Tal y como podemos leer en la novela “Las mentiras inexactas” de Justo Sotelo, “Sausurre considerará dentro de la semántica lingüística que el lenguaje poético es autoreferencial” (p. 143) es decir, Sausurre asignaba un “papel semiótico activo al lenguaje” (Dolezel, 1999: 18) en el que el papel del significante/significado era el eje interno potencial de la forma lingüística. Tanto en Frege como en Sausurre faltaba la referencia, el primero en la poesía y el segundo en el lenguaje. La mímesis apareció con Sócrates, Platón y Aristóteles donde asignaban una entidad ficcional a un prototipo de la realidad y por tanto, la mímesis dominaba el pensamiento crítico occidental y aportaba una función referencial de la ficcionalidad. La realidad era el reflejo del discurso en cualquier texto ficcional. Y como último término el eje de “signo-mundo” se abandona por una idea de “signo-usuario” dentro de la pragmática o teorías formales.
ResponderEliminarEn el mito de Pigmalión, éste se enamora de una estatua creada por él mismo y debido a fuerzas divinas, la estatua toma forma humana y consiguen así estar juntos. En "My fair Lady", el profesor Higgins se interesa y desea convertir a la florista en una "dama" en un corto período de tiempo y quién sabe si a través la imaginación simbólica que reviste este mito de Ovidio como principio configurador del pensamiento individual y colectivo se solapan y se convierten también las imágenes de "My fair Lady" en ficcionalidad por autoreferencia tal y como opinaba el propio Sausurre a través de donde la dicción, la lengua y el lenguaje; de ese modo el mito se revivirá en un efecto de contrarios, es decir como él decía “pese a las diferencias culturales existentes en las diversas fracciones de humanidad la mente humana es en todas partes una y la misma cosa, con las mismas capacidades” (1995), en donde se establece una relación por ambivalencia historia y mito.
Y yo me pregunto, ¿Cómo están representados los conceptos en la mente de Justo Sotelo? En una red donde cada concepto en su mente esté representado por un nodo; a partir de ese nodo, se verán múltiples nudos y relaciones entre ellos mediante vínculos que los unen formando de esa forma, y así se creará esa red, ese modo de pensar. Gracias por este post. Un abrazo Justo.