La primera vez
que quedamos ella llevaba unos zapatos de charol, rojos, de punta redonda, sin
tacón. Lo más curioso fue comprobar que, mientras caminábamos, me veía
reflejado en su superficie. Primero distinguí una sombra, en seguida
surgieron los rasgos de mi rostro. Era como si las calles de Madrid se hubieran llenado de espejos.
Un día desapareció de mi vida. Ni
siquiera se despidió. Fui varias veces a su casa, toqué en la puerta, la llamé
por teléfono, le envié mensajes, pero no respondió. Al final del túnel seguía habiendo oscuridad. Una noche encontré su foto
en Facebook, en el post de un amigo común. Vestía los mismos zapatos del primer
día. Parecía con ganas de hablar, a mí o a quien mirara esa foto al otro lado de la pantalla. Se la notaba feliz. Era como si acabara de hacer el amor o
estuviera a punto de hacerlo. Luego apareció en compañía de otros hombres y mujeres, calzando siempre zapatos de charol, rojos y negros. A las pocas semanas dejé de
verla en Facebook. La busqué en la biografía de mis amigos, incluso en la de los conocidos con los que hubiera podido mantener una relación esporádica, y
de nuevo mis intentos resultaron infructuosos.
Unos meses después empecé a salir con una mujer que no se parecía a ella, pero que llevaba zapatos del mismo estilo. El problema es que ya no veía mi rostro reflejado en ellos, ni siquiera en los espejos de mi casa.
Como recreación del film “Vértigo” de Alfred Hitchcockl se percibe una continua obsesión con las sombras, los espejos y los rostros reflejados en ellos. Una asociación del narrador-protagonista con recuperar su amor perdido e intentar transformarlo en su recuerdo, algo que parece provocarle vértigo y angustia.
ResponderEliminar¿Acaso se puede hablar de un intento de suicidio, muerte o desaparición por parte de la mujer protagonista? Aquí aparecen los llamados “huecos del texto” en los que el lector juega un papel fundamental de anticipación y retrospección para entender el texto, tal y como diría Wolfgang Iser, según la famosa teoría de la recepción.
Tiempo después se cruza en la calle con una mujer corriente, una especie de reencarnación de aquella mujer que le produjo su continua obsesión su búsqueda. Se puede considerar el código epistémico, la búsqueda de la identidad enigmática, el rostro de la chica en el cual, se refleja su sombra. Esa transformación en otra mujer con zapatos del mismo estilo que con la que salía hace tiempo y perdió la pista son los indicios de la imagen que hoy por hoy, el ser humano da en las redes sociales y más concretamente en facebook.
De esa forma vemos un giro antropológico que gracias a los medios de comunicación y a la tecnología de la información y de la comunicación ha cambiado la realidad por el desarrollo de la imagen y la virtualidad.
Aparece así, la individualidad, el ego, el hedonismo, el placer, la imagen a través de facebook o era de la conectividad, era de la posmodernidad tal y como pensó que sería Vattimo en su obra “La sociedad transparente”. De esa forma se caracteriza facebook, por ser una plataforma de relaciones y búsquedas de personas con banners, lista de amigos, correo, chat…en donde Sotelo nos intenta explicar a través de su relato la inexistencia de tiempo y espacio.
El hilo conductor del relato se sitúa en la posmodernidad donde existe una relación de facebook y los seres humanos mediante una serie de espejos que a su vez suponen un temor o miedo a reconocer nuestra imagen en ellos, semejante al espejo como constante en la literatura de Borges. Así lo expresa en su “Arte poética” donde no se reconoce el rostro. Así la literatura nos da la oportunidad de reconocer nuestra identidad, nuestro rostro, nuestra cara frente al espejo aunque nos de miedo y terror, lo cual a veces supone caer en la ceguera en una relación espejo-tiempo donde resurge el Otro, un reflejo de nuestro “yo”.
Enhorabuena por este delicioso cuento encuadrado en la posmodernidad y la identidad a través de los espejos de Borges. Un abrazo Justo.
Como siempre, tu comentario, Almu, es espléndido, profundo y equilibrado. Un beso.
ResponderEliminarOtro beso querido escritor!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarreflejos
ResponderEliminarde los ojos
de los brillos
de los delirios
de las sombras
de las ausencias
de los fantasmas
hay dobles fantasmales
hay presencias ideales
hay olores ancestrales
como hay ausencias
de infinito calado
de inaudito alarido
de estepario cautivo
Roranna-161015-11h.
El próximo Nobel de literatura viene en formato blogs! No digas que no te avise, excelente Justo!
ResponderEliminarhttp://cosasdeunperro.blogspot.com.ar/?m=1
ResponderEliminarMi espejo...
http://cosasdeunperro.blogspot.com.ar/?m=1
ResponderEliminarMi espejo...
El próximo Nobel de literatura viene en formato blogs! No digas que no te avise, excelente Justo!
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