"Y el amor que nos salva. Al final, siempre será el amor".
Mi última novela publicada ha tenido muchas críticas y recensiones, en papel, TV y radio. Este martes Marta Muñiz Rueda
escribió la última y me la envió (ayer estuve todo el día de aviones y
retrasos en aeropuertos, así que la recojo hoy para mis amigos).
Mi admiración hacia ella es grande. Marta escribe narrativa y poesía,
compone música, es profesora, una excelente crítica literaria, madre de
dos niños preciosos y gran amante de su marido (lo ha pasado mal en las
últimas semanas y desde aquí va mi cariño para toda su familia). Porque
Marta es mi amiga y eso que solo nos hemos visto una vez.
Como digo siempre, aunque la obra del escritor solo tenga un "lector implícito" habrá merecido la pena escribirla.
LAS MENTIRAS INEXACTAS - JUSTO SOTELO (Izana, 2012).
Por Marta Muñiz Rueda.
"Acabo de terminar una de esas novelas que te dejan en la boca un sabor
agridulce y te dibujan en la cara una sonrisa inconsciente que más
tarde se descompone en sueños.
"Las Mentiras Inexactas" narra
una historia de amor entre un hombre joven, Sergio Barrios, librero y
lector entusiasta de novelas, y una mujer madura, Nora Acosta, heredera
de la sensibilidad y la sensualidad de otra Nora, Norah Lange, la
excéntrica pelirroja que cautivó a Borges y a Girondo, aunque terminó
eligiendo a este último como pareja definitiva. Una mujer que conoció la
literatura argentina de vanguardia y que escribió poemas y novelas
realmente interesantes. (Personalmente agradezco como mujer lectora y
escritora que Justo reivindique mediante sus personajes femeninos la
labor de muchas autoras que no tuvieron fácil en su época escribir un
género tan masculino históricamente como la novela).
Nora Acosta
es una profesora universitaria que realiza, en ese momento, un estudio
sobre el futuro de la literatura: el impacto de la novela posmoderna en
nuestro presente literario, la influencia de Internet y las redes
sociales en la difusión de los textos. ¿Acabará el ebook o libro
electrónico con el libro en papel?
Creo que Justo Sotelo, que es
por sí mismo un personaje secundario en "Las Mentiras Inexactas", se
plantea también estos interrogantes; de hecho, la novela en sí es un
acto de amor hacia la literatura.
Los personajes son pequeñas
piezas de un mosaico que representa con encanto a la bohemia madrileña.
Recuerdan a los protagonistas habituales de las películas de Woody
Allen; también hay ecos, en mi modesta opinión, del mundo que rodeaba a
Horacio Oliveira en "Rayuela" de Cortázar. Hombres y mujeres que meditan
sobre la soledad, el amor, el tiempo, la sociedad que los rodea... Con
la particularidad de ser espíritus más castizos, más nuestros, en sus
palabras y en sus actos.
A través de ellos y de esa librería
antigua en la que se conocen, se encuentran y se aman -un lugar mágico
que es un ecosistema particular para el grupo-, el autor reflexiona
sobre lo que de verdad le apasiona: la literatura. Y es ella la
principal protagonista. A través de la novela y la poesía, todo el que
acude a su llamada obtiene su propio alivio, su ansiada salvación.
Los mundos paralelos, los pasadizos interiores que tanto cautivan a
Justo, la influencia innegable de Murakami, pasean por sus páginas
animándonos a creer en la magia y rompiendo las coordenadas
espacio-tiempo, cuestión habitual en la literatura de nuestra época.
Pienso que Justo Sotelo ha entregado gran parte de sí mismo a sus
personajes a través de diferentes desdoblamientos: es un hombre joven,
rebelde e ilusionado en la piel de Sergio Barrios, es un hombre
atractivo y maduro en el personaje del padre, de Daniel (Justo parece
admirar de un modo especial la figura paterna y nos contagia esa
adoración legítima) y es el amante incondicional de la literatura en el
alma de Nora, que recoge sus propias reflexiones.
Protagonistas
inolvidables, secundarios imprescindibles, como Albertina, un merecido
homenaje a Ernestina de Champurcín, poeta del 27 a quien Justo devuelve
el reconocimiento que siempre debió tener.
Amorós es otro secundario lleno de ternura, el eterno enamorado sin fortuna, a medias entre galán y trovador.
Justo Sotelo posee un estilo narrativo propio, coloquial y cercano en
los diálogos, técnico en sus tesis y divagaciones, poético en los
estilos indirectos y en las descripciones, magistral y conmovedor.
Leer "Las Mentiras Inexactas", esas historias que habitan en nuestra
vida, de un modo consciente o en un mundo onírico, resulta una
experiencia necesaria para adentrarse en la novela que definirá la
posmodernidad.
Literatura del siglo XXI, llena de pasadizos
subterráneos que proponen múltiples viajes e interpretaciones. Así el
lector tiene la última palabra en esta retroalimentación del
pensamiento.
Y el amor que nos salva. Al final, siempre será el amor".
(La foto es del año pasado en León. Me gusta porque veo a Esther, Ena, Carlos, Asier, Felipe y otros amigos. En esta ocasión no la hice yo, sino Marisa Gordón).
Una excelente critica de Marta Muñiz Rueda en donde resalta el papel tan importante que le da a la textualidad la propia literatura. En realidad de trata de una metaficcion o metanovela donde entraría todo lo referente a la escritura, la ontología o estructura de una novela donde el discurso afecta a la enunciación del texto. Una reflexión profunda sobre la literatura donde el discurso narrativo está cargado de discusiones y diálogos sobre el futuro de la novela. Convergen la era de los libros en papel y era digital donde las redes sociales y los avances tecnológicos se desarrollan a velocidad vertiginosa. En un escenario cultural y bohemio se sitúa una historia maravillosa y apasionante entre un joven seductor dueño de una librería en plena Plaza de Santa Ana, un triunfador inefable y un donjuan empedernido en torno al cual giran una serie de personajes que entran y salen continuamente de la librería en medio de secretos, mentiras y conversaciones. Una fiesta diaria semejante a los protagonistas de una película neoyorquina de Woody Allen. Marta plasma la magia y el encanto de los mundos paralelos y los pasadizos interiores que son la máxima en realidad de su ensayo Los mundos Haruki Murakami de Justo.
ResponderEliminarOs aconsejo a los que no lo hayáis leído que si podéis os sumerjáis de lleno en sus páginas por lo apasionantes e interesantes que son. Atrapa, seduce e incita a meterse en la ficción de sus mundos repletos de personajes llenos de glamour con pinceladas descriptivas muy interesantes para percibir los diferentes planos de la realidad. Un Beso Marta Muñiz y Justo Sotelo. Enhorabuena