Son palabras de un amigo que ayer por la tarde no pudo venir al Café
Gijón donde hablamos con un encantador José Ángel Mañas de su primera
novela, "Historias del Kronen" y su adaptación cinematográfica en manos
de Elías Querejeta, de cómo siguió escribiendo libros hasta llegar a la
novela histórica y la escritura de aforismos.
Lo más curioso es que nos terminó hablando del Quijote, de los cuentos de Ernest Hemingway y, sobre todo, de Jean-Paul Sartre, del sentido de su obra y su influencia en la intelectualidad y bohemia parisina.
Se me ocurre que el Café de Flore donde iban Sartre y Simone de
Beauvoir o el Café Les deux Magots, que le gustaba tanto a Julio
Cortázar (situados ambos en la calle Saint-Germain de Prés, en París),
es ahora el Café Gijón en el centro de Madrid. Así que va por mis amigos
tertulianos que se ven en las fotos: Ana, Luis, Carmen, Antonio, Almudena, Carmen, Santiago, Mariwan, Lorena, Jesus, Isabel, Eduardo, Soledad, María Victoria, Teresa y Antonio Benicio.
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