viernes, 5 de enero de 2024

"La ascensión de la alondra".

Esta es la música que me sugirió el regalo de los artistas Javier De la Rosa y Charo Alonso Panero. Nos acercamos a ver a Charo pues está un poquito delicada y nos llevamos muchos besos, abrazos y pinturas:
El ruiseñor y la alondra son los pájaros que más se citan dentro de la poesía occidental (uno de mis "Cuentos de los viernes" habla de ello aludiendo a la escultura de Lorca situada en la Plaza Santa Ana de Madrid). Sabemos que lo bucólico ya se manifiesta con Teócrito en el III a. C. y siguió hasta los paisajistas ingleses de principios del XX, con los "tópicos" de "edad dorada", "locus amoenus" y "beatus ille". Vaughan Williams tomó unos versos de un poema del escritor inglés George Meredith (1828-1909). La alondra representa la luz, la alegría y la ascensión mística. Y eso es lo que vi cuando me subí al coche en Santa Cruz de Tenerife y pensé en "La virgen y el niño" y el "Teide", de Javier de la Rosa (son las fotos que he compartido). El mundo interior de los artistas plásticos siempre me ha resultado de gran interés y he intentado narrarlo desde la literatura. Javier es poeta y novelista además. (Nos contó que su libro sobre Napoleón, que presentó en mi tertulia literaria en marzo del año 2021 había tenido una segunda vida tras estrenarse la película de Ridley Scott y Joaquín Phoenix). Y tan solo de esta manera podemos entender el mensaje esperanzador de Vaughan Williams y el carácter luminoso y sereno de una pieza compuesta durante la Gran Guerra por quien vivió los horrores del frente y perdió a sus amigos en el campo de batalla. En las fechas de composición de esta obra las vanguardias rompían con el lenguaje tradicional del arte, y el mensaje artístico tendía a mostrar un pesimismo existencial. En música, la tonalidad se fue desintegrando por la influencia del "dodecafonismo" de los compositores Schonberg, Webern y Berg (una de las novelas más fascinantes de Thomas Mann es "Doctor Faustus", sobre la música de Schonberg).
 
Son pensamientos que siempre me asaltan cuando tengo el arte en las manos.
 


 

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