martes, 27 de febrero de 2024

"La vida es sueño".

Esta tarde nos visitarán en Casa Manolo cinco escritores que vendrán directamente desde Tenerife a la tertulia, para presentar su libro "Relatos íntimos desde el escenario", para el que he escrito un prólogo. Almudena Mestre y yo hablaremos del libro y pediremos que, por supuesto, lo hagan todos los autores.
 
Cuando leí estos relatos, fruto de un taller de escritura dirigido por el escritor José Ramón Sampayo en Tegueste, un bonito pueblo del norte de Tenerife, cerca de la Laguna y Anaga, uno de mis paraísos en este mundo, no tuve más remedio que escribir en el "prólogo" algunas cosas como estas: "Desde sus orígenes, el teatro español estuvo vinculado a la religión y el carnaval. En cada fiesta patronal de los pueblos y ciudades se representaban autos de Navidad y de tipo sacramental, así como obras relacionadas con el carnaval. En el momento en que se rompieron esas vinculaciones, el teatro adquirió su sentido actual. Y ese ha sido el espejo en el que se han mirado José Ramón Sampayo Rodríguez, Mary Hernández Carnero, María Olarte Lecuona, Argentina Oliva Gil, Maximiliano Crespo Naon y Graciela Rivera Sotelo a la hora de elaborar sus textos que el lector (el espectador) tiene en sus manos, una manera de representar el espíritu del teatro que aúna en uno solo al actor y al escritor (...)"
 
Mientras recordaba estas palabras, me ha venido a la cabeza una de esas obras de teatro que los españoles llevamos en el corazón. En mi último libro cito aquellos "Estudio 1" de TVE como uno de mis referentes intelectuales de mi niñez, con actores como Julio Núñez que sabían vocalizar y con una inmensa presencia escénica y una voz absolutamente hipnótica. Ayer por la noche volví a ver la obra maestra de Calderón, realizada de tal forma que me recordó el cine de Orson Welles, como su "Macbeth":
 
Tú bien sabes lo que es amor.
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario