sábado, 18 de octubre de 2025

"El héroe de la película".


 


Almudena Mestre estuvo hace poco en el Cervantes de Túnez para dar una conferencia, y me trajo un regalo. Ayer desayunamos juntos para dármelo, la chilaba de las fotografías, que me puse en la misma cafetería. La etimología de la palabra "djellaba" se encuentra unida a la historia lingüística y cultural del país. De origen bereber, deriva de la palabra "Jillab", que significa prenda larga. Según la región, puede llamarse "Jellaba" o "Jalabiya". Uno de los atractivos de Madrid es la falta de extrañeza y la libertad que se respira. Puedes entrar en el lavabo vestido de negro y salir con una chilaba encima sin que nadie se fije en la transformación. Y luego está la mente del escritor o del actor o el profesor universitario, que no deja de ser un actor delante de sus alumnos. Con ella sobre mi cuerpo me vino a la cabeza una de las películas de mi adolescencia que no he olvidado, "Las cuatro plumas" (1939). Ambientada en la reconquista británica de Sudán y la recuperación de Jartum (1896-1898), es una historia de redención heroica. Al lado de Lawrence de Arabia (1962) es el espectáculo más desgarradoramente bello del desierto, y la arena no es solo dorada, amarilla o ámbar, sino multicolor y salpicada de tierra y roca. Además las marismas son de un gris volcánico. Los barcos de velas blancas navegan por un Nilo que brilla en tonos camaleónicos de azul, oliva o marrón. La fábula retrata la complejidad moral que subyace al ideal imperialista. Kipling habló de "la carga del hombre blanco" como una manera de llamar al sacrificio y al servicio: "Asume la carga del hombre blanco./ Envía a buscar a los mejores de tu raza./ Ve y obliga a tus hijos al exilio/ Para servir a las necesidades de tus cautivos". La novela de Mason y la película de Korda capturan ese idealismo, pero también la arrogancia que lo subyace. El protagonista se enfrenta a un gran conflicto de honor cuando sus tres amigos y su prometida le envían cuatro plumas blancas que simbolizan su cobardía por no ir a la guerra.

Esta es la película:

https://www.youtube.com/watch?v=r2s9rr4cnR4

Al final de la historia no se convoca a Kipling, sino a Shakespeare y "La tempestad". "No temas; la isla está llena de sonidos y músicas suaves que deleitan y no dañan. Unas veces resuena en mi oído el vibrar de mil instrumentos, y otras son voces que, si he despertado tras un largo sueño, de nuevo me hacen dormir. Y, al soñar, las nubes se me abren mostrando riquezas a punto de lloverme, así que despierto y lloro por seguir soñando". Esto lo dice Calibán, que con el tiempo se convertirá en símbolo de la idea de "hombre natural" de Rousseau, del materialismo frente al idealismo, de las clases sociales oprimidas por el capitalismo o de los pueblos colonizados.

Veremos qué papel interpreto hoy.

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