“Cuando besamos a nuestra mujer en la boca besamos en ella la boca de
dios, todo el universo visible e invisible, y el amor es el único
camino de la eternidad y de dios. Es realidad yo creo que no hay otra
eternidad que el amor, y si sentimos la muerte como un defecto es porque
nos quedamos sin acción de amor, porque nuestra boca ya no puede
ponerse en contacto voluntario y dinámico con la boca del mundo”.
El otro día hablaba de Rilke, Eliot y Pound como los tres grandes poetas del siglo XX. En España Juan Ramón Jiménez está casi a su altura.
Por eso he escrito un artículo sobre él en la Revista Tarántula.
Leer a Juan Ramón es estar más cerca de dios.
http://revistatarantula.com/la-sustancia-de-los-dioses-el-tiempo-de-juan-ramon/
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