sábado, 26 de septiembre de 2020

"Fin de la temporada Primavera / Verano".

Siempre he tenido una estrecha relación con la tintorería del barrio. Cuando empiezan las clases continúo usando mis trajes blancos a lo largo del mes de septiembre, como en la foto. Cada vez que me los pongo dicen que me parezco al Gustav Aschenbach de "Muerte en Venecia" de Visconti o Mann, incluso a un señorito cubano. En el momento en el que cambia el tiempo los guardo, pero antes debo llevarlos al tinte. Acto seguido llegan los trajes de entretiempo, generalmente azules o verdes, pero modernos, por supuesto, que me pongo hasta finales de octubre o primeros de noviembre. Entonces aparecen los trajes negros que han estado descansando desde marzo, más o menos, hasta ser sustituidos por los anteriores. Cuando se utilizaban las tizas para escribir en aquellas pizarras verdes de la clase, ese tipo de trajes negros se manchaban pronto, y había que llevarlos a la tintorería con mayor regularidad. Decía a mis alumnos, entre carcajadas, que prefería que hiciera buen tiempo para ponerme los trajes blancos y no se notara tanto el polvo de la tiza.

Los trajes se asemejan a las páginas de una novela. Que te quede bien un traje es como saber escribir una novela, incluso en tiempos de epidemia, como el cólera de Venecia que llevaba música de Mahler.

El artista debe ser un modelo de equilibrio y de fuerza, y siempre buscará la belleza, ya sea en Venecia o en su propio corazón:

https://www.youtube.com/watch?v=4pDkQS3Y-yY

 


 

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