Una de las cosas
que he aprendido a lo largo de mi vida es que el mundo lo construimos
entre todos. También sé que se me dan mejor las preguntas que las
respuestas. Desconozco cuál es la mejor forma de volver al colegio, pero
sé que debemos hacerlo. Y todos somos responsables. No se trata de
pasarnos el tiempo criticando a los que piensan de forma diferente, sino
de ayudar entre todos, de aportar alguna cosa, aunque sea casi insignificante, que pueda servir a los demás.
"Hoy, entre mascarillas, hemos escuchado en clase la música de tu post, Justo. Y ha sido, eso, algo parecido a la libertad".
Acabo de leer estas palabras de la profesora y escritora Emma Prieto Rubio como comentario al texto que escribí ayer, en el que decía que penetrar en las profundidades de un buen libro es algo similar a sentirse libre. Compartí el andante del Trío opus 100 de Schubert para reflejar esta idea a través de la música. A Kubrick tal vez también se lo pareció, y lo convirtió en parte de la banda sonora de su "Barry Lyndon". Esta mañana pensaba publicar otra cosa, pero las palabras de Emma (a la izquierda de la fotografía en una de las tertulias del curso pasado en el "Café Gijón") me han hecho cambiar de opinión. Ella se dedica a dar clase a los niños con necesidades especiales. Si ser profesor es una de las profesiones más hermosas del mundo, de las más necesarias, lo que hace Emma es todavía más hermoso (mi hijo quiere dedicarse a lo mismo en un futuro).
Si Emma me invitara algún día a su clase diría a sus alumnos que el cine de Kubrick es uno de los máximos ejemplos que conozco para intentar explicar el mundo. Y escucharía con esos niños la Sarabande de Häendel, la música con la que empieza la película donde mejor se nos cuenta el siglo XVIII en el cine, porque el mundo no ha nacido en el siglo XXI:
https://www.youtube.com/watch?v=nS-kmF2iFMs
Porque existen personas que justifican que yo siga escribiendo.
Acabo de leer estas palabras de la profesora y escritora Emma Prieto Rubio como comentario al texto que escribí ayer, en el que decía que penetrar en las profundidades de un buen libro es algo similar a sentirse libre. Compartí el andante del Trío opus 100 de Schubert para reflejar esta idea a través de la música. A Kubrick tal vez también se lo pareció, y lo convirtió en parte de la banda sonora de su "Barry Lyndon". Esta mañana pensaba publicar otra cosa, pero las palabras de Emma (a la izquierda de la fotografía en una de las tertulias del curso pasado en el "Café Gijón") me han hecho cambiar de opinión. Ella se dedica a dar clase a los niños con necesidades especiales. Si ser profesor es una de las profesiones más hermosas del mundo, de las más necesarias, lo que hace Emma es todavía más hermoso (mi hijo quiere dedicarse a lo mismo en un futuro).
Si Emma me invitara algún día a su clase diría a sus alumnos que el cine de Kubrick es uno de los máximos ejemplos que conozco para intentar explicar el mundo. Y escucharía con esos niños la Sarabande de Häendel, la música con la que empieza la película donde mejor se nos cuenta el siglo XVIII en el cine, porque el mundo no ha nacido en el siglo XXI:
https://www.youtube.com/watch?v=nS-kmF2iFMs
Porque existen personas que justifican que yo siga escribiendo.
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