Supongo que hubo una época en que todos los hombres querían ser Serge Gainbourg para tener a Jane Birkin en sus brazos, aunque es verdad que él ya había tenido en sus brazos a Brigitte Bardot y Caroline von Paulus, entre otras muchas mujeres. Él era el feo más atractivo del mundo de la canción y el cine en Francia y ella era la inglesa /francesa más sofisticada. Me fijé en Gainbourg porque en sus inicios fue un gran lector de Boris Vian, y yo también. La hija de ambos, Charlotte Gainsbourg, siempre me ha gustado. Ella primero se casó con el compositor John Barry y después con Gainbourg. El año 1968 es conocido por muchas cosas, la guerra de Vietnam, los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy, la Primavera de Praga (que mencioné por aquí el otro día hablando de la novela de Kundera), la matanza de Tlatelolco en México (ahí surgió una de las novelas que más me gustan, "Palinuro de México"), el Mayo francés y el estreno de "Je t´aime moi non plus", el comienzo de la historia de amor mítica, ardiente, devoradora, fascinante, la de Jane Birkin y Serge Gainsbourg, la muchacha inglesa y el dandy parisino, unidos en París, a pesar de sus casi 20 años de diferencia. Se conocieron rodando la película "Le Slogan" de Pierre Gamblat, pero no hubo amor a primera vista. Serge encontró a Jane demasiado sensible y ella a él demasiado arrogante. Pero el director los invitó al club de moda "Chez Régine". En la pista de baile se descubrieron a veces tímidos, a veces riendo, y fue el comienzo de un amor apasionado hasta su ruptura en 1980 (ella nos ha dejado ayer en París con 76 años y él lo hizo en 1991). Pero en la mente de los franceses, Jane y Serge seguirán siendo una pareja legendaria. Cuando "te amo" rima "conmigo tampoco".
Como no me seducen los mitos (salvo los de la antigua Grecia) no me suelo fijar en los orgasmos de las demás, aunque sean de Jane Birkin. Como soy tan feo como Gainbourg, confieso que me gustan los tuyos, sobre todo en París:
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