La marea está en continuo movimiento, con la fuerza de atracción gravitatoria de la luna y el sol sobre la tierra. Es un movimiento que influye en el nivel del mar de forma sucesiva, subiendo seis horas y bajando otras seis. Cada día la "pleamar" y la "bajamar" se mueven 45 minutos hacia adelante, algo que depende del punto geográfico donde nos encontremos. Y luego está la corriente de retorno, ese flujo intenso de agua hacia dentro del mar, como si fuera un río que te arrastra si estás en su cauce. Lo difícil es nadar contra corriente. El amor te arrastra, como el río libre que se apodera del mar. Se lo leí a los románticos cuando era un adolescente y después se lo escuché decir a Chopin en tantas noches en duermevela:
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