jueves, 18 de abril de 2024

"Asomándome al último libro de Javier de Prado".

"La luna se ha empeñado /en negarme su seno", me asegura la voz poética de "A la sombra del mar" (2023, Sapere Aude) y atrapa mi atención, para continuar llevándome en brazos de Góngora a una mañana de otoño en un despacho del edificio B de la Complutense, cuando la profesora Isabel Colón me pidió que analizara la "Fábula de Polifemo y Galatea", "ese gran seno blanco de Polifemo hembra /que amamanta los sueños /de los poetas niños, cuando duermen, /Infundiendo en sus mentes /la enfermedad extraña del anhelo (...) Y, ¿por qué digo esto? Porque necesito una literatura que me "rete", que me obligue a leer antes para aprender después, por ejemplo, a Ovidio y sus "Metamorfosis", un "poema" de 15 libros en el que se narran 250 historias que son la literatura entera. Resulta interesante comparar la versión de Ovidio con la de Góngora para comprender, a través de las diferencias, el sentido que Góngora quiso conferir a la suya. La acción transcurre en Sicilia. Allí vive el cíclope Polifemo, un gigante mostruoso y cruel con un solo ojo que se enamora de la ninfa Galatea, la cual a su vez está enamorada de un joven pastor llamado Acis. La historia nos la cuenta Galatea, que explica cómo el gigante se subió a lo alto de una roca con una flauta hecha con cien cañas y empezó a cantar ofreciéndose como esposo entre halagos, promesas y regalos. Al no ser correspondido corrió a buscar a los dos amantes y arrojó una gran roca sobre Acis. La ninfa pidió ayuda a los dioses y estos transformaron en agua la sangre que manaba de la roca. Acis quedó así convertido en un río. 
 
Y Góngora me dice:
 
"Ninfa, de Doris hija, la más bella,
Adora, que vio el reino de la espuma.
Galatea es su nombre, y dulce en ella
El terno Venus de sus Gracias suma.
Son una y otra luminosa estrella
Lucientes ojos de su blanca pluma:
Si roca de cristal no es de Neptuno,
Pavón de Venus es, cisne de Juno (...)"
 
Y Javier del Prado me dice:
 
"Aparece una sobre el Arca,
un gajo de afilado borde,
y dura unos minutos
su consistencia de leche cuajada;
antes de sumergirse,
moderna Casta Diva,
en el pozo escondido de la ría de Noia (...)
 
Y Bellini me dice:
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario