sábado, 29 de noviembre de 2025

"Como no fue genial, no tuvo enemigos".


 

 


Es una conocida frase de Óscar Wilde, un tipo que me cae muy bien, tanto por lo que escribió como por su manera de vivir y amar, libre e independiente, incluso por su forma de vestir o peinarse. El aforismo sugiere que el "éxito" genera rivales, mientras que la mediocridad trae popularidad.

Aludí a ello en nuestra tertulia en el Hotel Indigo del martes pasado que dedicamos al cuento.

Hoy es un bello y frío sábado para leer sentado frente a la chimenea "El príncipe feliz", que también mencionamos en la tertulia. Os invito a mis amigos a que leáis o releáis el cuento de Óscar Wilde conmigo; será una forma de que me conozcáis un poco mejor y caminéis a mi lado como ayer por esta fotografía en busca del arte de la vida y del amor, siempre desde la belleza más exquisita, la única que me mueve a escribir, esa que nos hace humanos, apasionadamente humanos:

https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-principe-feliz--0/html/ff0cf57a-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html

Mientras suena esta música:

https://www.youtube.com/watch?v=nJPMvCzuDzQ

viernes, 28 de noviembre de 2025

"Madrid es una fiesta".


 

 

Vale, ya sé que esto lo dijo Hemingway de París. En 1964 se publicó, póstumamente, su novela "París era una fiesta", la narración de los dorados, salvajes y fructíferos años de su juventud en aquel París de hace un siglo, junto a escritores como Scott Fitzgerald o Ezra Pound, la "generación perdida", según Gertrude Stein, la mítica madrina del grupo, que Woody Allen retrató en "Medianoche en París" (2011). Y como a mí me cae muy bien toda esta gente, procuro vivir en Madrid como si lo hiciera en París, rodeado de música, poesía y pasión. Por eso ayer por la tarde me fui a Antón Martín con Almudena Mestre a la presentación de la "obra poética completa" del filólogo Pedro López Lara (Madrid, 1963), titulada "Arcén" (2025, Renacimiento). Como a la misma hora otros dos amigos presentaban también sus libros, me fui antes de acabar, para intentar pasarme por allí, pero me encontré con una ciudad que está en continua convulsión (se pasarán por mi tertulia más adelante). En Atocha, mientras en el teatro Monumental se interpretaba el Segundo concierto de piano de Brahms, una de las obras que más amo y me acompañan toda la vida, una manifestación a favor de la enseñanza pública en la Universidad (segunda foto) me impidió subirme al Metro atestado de gente, y decidí irme caminando hasta Sol, por donde ya había pasado antes escuchando el Canon de Pachelbel. Al mediodía dos políticos socialistas salían del Tribunal Supremo, en la Plaza de la Villa de París (de nuevo París) en dirección a la cárcel. Un rato después, en el Metro (tercera foto), leí algunos poemas de Pedro, como este:
 
BACANAL (MICHEL-ANGE HOUASSE).
 
"El cuadro lo dominan tres miradas:
la diabólica del busto,
que ha organizado todo y lo preside,
satisfecho del éxito alcanzado;
la del personaje rendido hacia la copa
cuyos misterios parece conocer y quizá despreciar;
y la de la mujer de seno descubierto y ojos en que brillan
la lascivia y, por encima de ella,
enigmáticamente la ironía.
 
Las tres sonríen, saben algo
que no compartirán con un espectador".
 
(Página 543 de su libro "Cultismos", dedicado a la pintura, el cine y la literatura).
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Es obvio lo que escucho mientras escribo este texto y me tomo un café sorbo a sorbo, porque todo está en orden en mi mente:
 

jueves, 27 de noviembre de 2025

"A través del espejo azul".


 
¿Qué le voy a hacer si no soy más que un pijo bohemio intelectual de Madrid que se pasa el día subiendo las escaleras de Montmartre en dirección al Sacré Coeur para ver si la encuentro a ella pintando en la Place du Tertre antes de tomarnos un café y de saludar a Picasso y a Van Gogh fascinados por su belleza, y que Aznavour nos cante una canción y yo saque una fotografía del Sacré Coeur a lo lejos, quizá desde el Museo d´Orsay, un lugar donde me podría quedar a dormir junto al sagrado corazón de ella? Sé que en el Madrid de los Austrias tenemos la Plaza del Conde de Barajas, cerca de la calle que lleva mi nombre, y los domingos se llena de pintores que me recuerdan a los pintores de la Place du Tertre. Y ayer paseé por allí y me saqué esta fotografía frente a un espejo azul. En esos momentos pensé en París y en ella. Si algún día volvemos juntos nos besaremos debajo de la torre Eiffel, donde en cierta ocasión le hablé de los bohemios y los pintores de Montmartre y Montparnasse, que tanto me gustan, y ella de Sartre y Beauvoir que tanto le gustan. Le contaré también el amor apasionado de Rodin y Claudel, y tararearé para ella la barcarola de los Cuentos de Hoffmann, y entonces ella querrá que entremos en la Ópera y todos los teatros de la ciudad, como el de Sarah Bernhardt. Eso será en otro momento. Ahora he empezado a escribirla desde Londres con un café en la mano, tras comprarme un traje pijo en los Harrods y correr descalzo por la hierba húmeda de Hyde Park y mirar los escaparates de Picadilly Circus. Ella va a ser inmortal. No lo voy a decir yo, sino la literatura, mientras suena la barcarola de Offenbach por los canales de Venecia:
 
A través de la música ella serás tú y en ese momento te recostarás en mi hombro mientras yo me convierto en Mahler y tú en Alma, mi alma.

miércoles, 26 de noviembre de 2025

"Los martes Madrid es una fiesta de cuento".





 
Nuestra tertulia, que representa la casa de los amigos que aman la literatura y se reúnen para celebrarla, ayer leyó un cuento, "Cruces", del norteamericano George Saunders (Texas, 1958), escritor influido por Thomas Pynchon, Kurt Vonnegut, John Updike y John Steinbeck, y que es habitual en "The New Yorker". La escritora Carmen Sogo lo leyó en alto, como se observa en el pequeño video, y a partir de sus palabras iniciamos un intenso debate sobre el sentido de este cuento y cómo entendemos que deberían ser los cuentos en estos tiempos. Previamente, yo hice una breve exposición sobre las características del cuento que aprendí con los dos conocidos ensayos de Cortázar, la tensión, la intensidad, la significación y la esfericidad. Los relatos de George Saunders se caracterizan por una exploración satírica y compasiva de temas como el consumismo y las presiones sociales, a menudo mediante un estilo narrativo que construye las escenas paso a paso. Sus obras presentan personajes bienintencionados pero con defectos que luchan en un mundo punitivo o absurdo y que alcanzan un momento de lucidez o un pequeño acto de cambio. Su estilo se describe a menudo como minimalista y conciso, como resultado de su formación en ingeniería y su experiencia con la pobreza. Mientras hablábamos, afuera la calle Princesa ya lucía las luces de Navidad, como se observa en la segunda fotografía que saqué del Hotel Indigo (antiguo Tirol), con su ciervo clásico en lo alto del hotel. Cada martes nuestra tertulia enciende las luces de Navidad y nace un cuento. Y unas horas después me despierto, abro un ojo, después el otro, me afeito, me depilo, me pinto, me lavo la cara con jabón, me la seco y me miro en el espejo (por cierto, ayer una escritora me dijo que soy el hombre más feo que había conocido en toda su vida, como puedo comprobar siempre que me miro en el espejo), me tomo el primer café de esta dulce y bella mañana y escucho a Brahms. Siendo un adolescente que aún no se afeitaba me enamoré de su Concierto de violín:
 
En la fotografía que he puesto quizá se me note un poco cansado. Ayer, antes de la tertulia, llené unas cuantas pizarras con ecuaciones de matemáticas a lo largo de más de siete horas de clase. Como dije a mis distintos grupos de alumnos, no concibo a los escritores sin que dominen también las ciencias, y a la inversa. Por eso siempre me reservo un ratito para hablar con mis amigos de literatura. En fin, soy un feo romántico, eso no me lo quita nadie.

 

martes, 25 de noviembre de 2025

"Enamorarse de un escritor"


 
Los escritores usamos como material literario todo lo que nos ocurre y también todo lo que les sucede a los demás. La literatura consiste en transformar, "estilizar" unos hechos objetivos propios y ajenos para hablar de amor, odio, deseo, sexo, poder o dinero. Convertirse en "personaje" en la historia de un escritor es una manera de acabar siendo recordado eternamente. Me vienen a la cabeza los pecadores que Dante decidió incluir en el Infierno de su Comedia como Paolo y Francesca, los dos amantes que envió al Segundo Círculo, ese mítico lugar que es casi una forma de hablar o de definir la vida y la muerte. Tristán, Isolda, Aquiles, Paris, Helena y Cleopatra les hacen compañía acusados también de lujuria, y entre otras cosas los recordamos por eso mismo. Si tan solo existen tres temas en la literatura, el tiempo, el espacio y el otro, es necesario construir subtemas mínimamente interesantes que se integren en cualquiera de estas categorías. Tal vez por ello siempre he recomendado a las personas que encuentro por la vida que no se enamoren nunca de un escritor, sobre todo si es guapo y atractivo.
 
Ahora me tomo el primer café de la mañana y escucho una de las músicas más arrebatadoras de la historia. Su autor tuvo que dejar de escribir su obra maestra porque se había enamorado locamente de una mujer y necesitaba contarlo de otra forma. Y sin darse cuenta describió el éxtasis: 
 
(La fotografía me la saqué el otro día en la "pecera" del Círculo de Bellas Artes, un lugar donde a veces me voy a escribir. Un escritor lo que tiene que hacer es escribir todos los días con su fuerza y pasión rodeado de belleza, la suya y la del mundo).

 

lunes, 24 de noviembre de 2025

"Para la última tertulia de noviembre".


 

El otro día nuestro tertuliano Vicente Rey, con el que estoy en la foto en una pasada reunión en el Hotel Indigo con Montse Jiménez y Almudena Mestre, escribió sobre las tertulias y sobre mí:

"Tertuliano convicto e incansable divulgador de contenidos... Yo, que soy tertuliano digo que cuando él llega a la tertulia, inunda la sala un ciclón de palabras y se comienza a hablar de un tema. Él parece un director de orquesta, está en su sitio y ahora la tertulia da un giro y se está hablando de otra cosa. La chispa ha saltado y todo el mundo habla. Así son las tertulias de Justo...¿Aburridas? ¡Para nada!. La vida es bella".

Para mañana mi idea es que debatamos entre todos los tertulianos sobre los cuentos que se escriben en la actualidad. Y me he fijado en uno del escritor norteamericano George Saunders que suele publicar en la revista The New Yorker, para que nos sirva como referencia:

https://narrativabreve.com/2014/01/cuento-george-saunders-cruces.html

Y hoy los primeros minutos de la mañana se los llevan un café y una Españoleta anónima del siglo XVI interpretada desde Canarias por el guitarrista Jorge Seca, que ha tenido la amabilidad de enviármela anoche por correo. Es una danza española que tuvo mucho éxito en Europa y está en la base de la tarantela italiana. Después de todo, por mucho que me confundan con un italiano, soy español y me gusta serlo.

La vida con arte y amigos es más hermosa:

https://www.youtube.com/watch?v=PowIk38oCsU

domingo, 23 de noviembre de 2025

"Los premios literarios en España están amañados".


 
Continúo leyendo "Personaje secundario" (Trama, 2025) de Enrique Murillo (Barcelona, 1944), traductor, escritor y editor en Anagrama, Alfaguara, Plaza & Janés, Planeta o Los libros del lince. Trabajó unos meses en El País y creó Babelia, aunque se iba a llamar Babel. Es un enciclopédico "ensayo autobiográfico" sobre el mundo editorial en España desde finales de los 60, de más de 500 páginas. Cuando lo termine de leer a lo mejor escribo algo sobre lo que me ha parecido el conjunto del libro.
 
En las páginas 433 y 434 leemos:
 
"En una ocasión el fundador de la editorial [Planeta], hablando con un periodista de TVE que le dijo que según los rumores era él en persona quien elegía al ganador, le planteó: "¿Cree usted que voy a dar tantos millones y dejar que elija otro? José Manuel Lara senior era así. Los premios se "apañan" (el término lo utilizó Juan Cruz en una pregunta dirigida a Jorge Herralde [Anagrama] quien respondió que solo se apañan los otros no los suyos); los premios se "amañan", que quiere decir lo mismo, pero más fino; o los premios se "cocinan", que es la metáfora que yo prefiero (...)"
 
Un poco más abajo dice: 
 
"Ignacio Echevarría escribió en El País, el 10 de mayo de 2003, lo siguiente:
 
La mayor parte -y la más significativa- de los premios literarios que en España conceden las editoriales están amañados, concertados de antemano, ya sea con el autor mismo ya con su agente.
 
A lo cual añadió:
 
Lo que no se entiende en absoluto es que, siendo el apaño tan evidente, los espacios y las secciones culturales de los más variados medios de comunicación concedan a los dichosos premios tanta atención (...)"
Después Murillo añade:
 
"El amiguismo y el enemiguismo suelen determinar los criterios de los jurados en nuestros lares; por ejemplo, en los premios nacionales y en los comarcales, y en todos los de en medio, así como en los más institucionales" (p. 436).
 
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Solo me he presentado a algunos premios cuando era joven, hasta que comprendí lo que acabo de relatar. Recuerdo una conversación con el crítico Rafael Conte tras ser dos veces finalista en el Ateneo de Sevilla con la misma novela, "Vivir es ver pasar". Me recomendó unas cuantas cosas para hacerme famoso en este mundillo, que por supuesto no seguí. Mi forma de ser me lleva a hacer lo contrario de lo que me dicen. Y además esta vida es demasiado corta como para perder el tiempo en algo que, realmente, me da igual. Y hablando de cosas que me hacen feliz y sentirme demasiado humano, como diría Nietzsche, escucho el Concierto de violín de Chaikovski, un tipo que siempre me ha hecho feliz desde que mi padre me regalara con once años uno de sus discos:
 

 

sábado, 22 de noviembre de 2025

"Hay un poeta en Madrid que sigue caminando".



 

Ayer José Luis Morante me sorprendió. Se había leído la novela que publiqué hace ya cuatro años con Huso y escribió sus impresiones en Entreletras. Es profesor, poeta, editor, ensayista y crítico literario, y aseguró que "leer Poeta en Madrid anima a entender el continuo proceso de renovación y búsqueda que impulsa el tiempo ficcional de Justo Sotelo". En la reseña dice que soy un "tertuliano convicto e incansable divulgador de contenidos" y que he creado un perfil de intelectual heterodoxo y humanista, apasionado y culto, que opta siempre por el juicio propio sobre cualquier aspecto de la actualidad literaria, musical y artística.

Obviamente tengo en cuenta cualquier opinión de alguien inteligente y que me hace pensar: 

https://www.entreletras.eu/libros/poeta-en-madrid-de-justo-sotelo/

Como siempre me tomo el primer café de un sábado tan agradable escuchando música. Cada línea que escribo persigue el ritmo de la música, como la Séptima de Maher dirigida por Bernstein, ya que el protagonista de la novela, Gabriel Relham, es Mahler al revés, y al igual que él incluyo todo lo que sé en mis libros:

https://www.youtube.com/watch?v=UzaKmsznTPM


viernes, 21 de noviembre de 2025

"Los jóvenes españoles son inteligentes y guapos, como su profe".


 
El otro día Paula y Dani estuvieron en el palco del Atlético de Madrid en un partido de la Champions, se acordaron de mí y me enviaron esta fotografía. Me dijeron que podían invitarme cuando quisiera, ya que el Atletico es mi equipo y a lo mejor me hacía ilusión. Una de las cosas hermosas de dar clase es que tus alumnos se acuerden de ti. En ese sentido soy afortunado puesto que me encuentro ex alumnos por todas partes y me sonríen cuando me ven, aunque hayan pasado muchos años. Me los encuentro por la calle y se paran a charlar, en medio de la carretera y entonces detienen el coche o la moto para saludarme, se me acercan en el Metro, el autobús o el avión. Los he encontrado incluso en la India, mientras buscaba el lugar en el que nació Buda. 
 
Siempre he sabido que un profesor feliz es el que también ha sido un alumno feliz y ha tenido buenos profesores. Así me recuerdo de niño en el colegio y luego en las universidades en las que he estudiado y donde he conocido a buenos profesores. Como ejemplo recuerdo al padre Jesús Plaza, que convertí en un personaje de mi novela "Vivir es ver pasar" (1997). De su sabiduría y bondad surgieron asignaturas como Lengua y Literatura, Historia, Francés e incluso Religión. En 2º de Bachillerato el examen final que me puso en Literatura fue que le escribiera un cuento. Sabía que yo escribía algunas cosas y esa fue su forma de decirme, "serás escritor". En los exámenes además nos ponía música clásica de fondo, como esta que este fin de semana se interpretará en el Auditorio Nacional de Música:
 
Cómo no ser feliz sabiendo que han existido personas como Jesús Plaza y Ludwing van Beethoven.

 

jueves, 20 de noviembre de 2025

"En dirección contraria".


 


A veces me levanto temprano, me subo en el coche y me voy hacia donde sale el sol. Tengo que atravesar la Plaza de Colón (segunda fotografía), pero en cuanto paso O´Donnell y RTVE, la carretera se queda sin coches. Todos vienen hacia Madrid, hacia sus trabajos, a hacer las compras, a pasear por mi ciudad. Entonces es cuando yo me voy. Mientras lo hago me pregunto por lo que estarán pensando los conductores y sus acompañantes, en sus amores y desamores, en sus tristezas y alegrías. Cada persona con la que me cruzo lleva una novela clavada en la frente, y seguramente merece que alguien se la escriba. ¿Cómo sería el escritor que me gusta para escribir una novela? El otro día decía a mis alumnos que un escritor debe llevar la contraria al poder, tanto al gobierno de turno como a los medios de comunicación que se empeñan en lo que debemos pensar y creer, a los editores que publican libros únicamente para ganar dinero, a los empresarios que se inventan necesidades de consumo y de deseo que no necesitamos para nada, y menos aún para ser felices. Llevar por supuesto la contraria al pensamiento políticamente correcto de cada momento, ya sea "woke" o lo contrario. Me aburre la gente que solo tiene poder y dinero y también la que solo quiere tener poder y dinero. Nunca me ha gustado mandar ni obedecer.
 
Ir hacia el sol, hacia el nacimiento. Es entonces cuando una música romántica y envolvente se apodera del interior del coche y yo me siento en armonía con el Universo:
 
Ayer el coche marcaba un grado. Los campos estaban ateridos, y de pronto la niebla se apoderó de todo, de mi respiración y de mis pensamientos. Era como si regresara al pasado, pero al pasado de la humanidad.
 
Supongo que la soledad es uno de los tributos de la libertad.

miércoles, 19 de noviembre de 2025

"Liternatura".


 



Ayer la maestra Mariola Satorre nos cogió de la mano y a las 18.30 de la tarde nos llevó a las 11.30 mexicana, y nos presentó al zoólogo, escritor y un conversador extraordinario Andrés Cota Hiriart, que ha publicado recientemente "Fieras interiores" (2025, Random House) donde se unen reflexiones científicas con sus memorias familiares a través del humor. El organismo humano es en realidad un ecosistema feroz donde la locura y la cordura se fusionan y confunden. En 2017 publicó la novela "Cabeza ajena" (Moho), donde un grupo de amigos experimenta consumiendo diversas sustancias en un recorrido en el que la curiosidad y el conocimiento estrechan relaciones y amistad entre Camilo, Boris, Genaro y Valenzuela. La aparición de una mujer pelirroja, la gentil paramédica, Nina, es también el detonante sexual y amoroso que llevará a Camilo hacia una profunda auscultación de si mismo. 
 
Andrés escribe así: 
 
“Planetas, estrellas y galaxias pasaron zumbando mis oídos como balas, solamente que quien se estaba moviendo a la velocidad de un proyectil, era yo. La Vía Láctea se presentó en el horizonte y segundos después era justamente nuestra galaxia la que dominaba mi campo visual. Sistema solar, Plutón, Urano, Saturno, Júpiter gordo como Valenzuela; planeta Tierra, atmósfera, nubes, continentes, montañas, Ciudad de México. Por una fracción de segundo capté mí cuerpo tumbado en el sillón; después, con la fuerza de un meteorito, me impacté de lleno contra mí mismo".
 
Os quiero presentar a Andrés Cota, un tipo encantador que estudió en México y Londres y que ayer nos regaló una tarde mágica uniendo México y el resto del mundo donde estaban mis amigos tertulianos. Dejo dos pequeños videos que grabé sobre la marcha y este otro más largo:
 
Andrés nos dijo que se hizo amante desde niño de los lagartos y las serpientes, y que luego leyó a Gerald Durrell con su trilogía sobre "La familia y otros animales" y se hizo escritor como no podía ser de otra manera. Yo leí a su hermano, Lawrence Durrell, el del "Cuarteto de Alejandría" y también me hice escritor tras enamorarme de Justine y la poesía.

martes, 18 de noviembre de 2025

"Hay personas a las que quiero y ya está".


 
Pepo Paz Saz es mi amigo y además el editor de Bartleby que me ha publicado ya cuatro libros, incluyendo el literario ensayo de Patrick Toumba sobre mis novelas. De las dos cosas la más importante para mí es la primera. Por mi forma de ser, suelo perderme bastante, por ahí y dentro de mí mismo, pero me gusta valorar las "raíces" que van surgiendo a lo largo de mi vida y que se quedan para decirme que la vida vale la pena. A Pepo le conozco desde hace más de quince años y le puedo considerar amigo íntimo (como soy exigente para estas cosas esa idea de las raíces me parece fundamental, pensando quizá en las raíces de las viñas de mi padre y del exquisito vino embocado que nos conseguía José, su cuidador). El otro día me dijo que iba a publicar un buen libro de poemas, con mucha calidad, "La hermana aprendida", de Ana Martín Puigpelat (Madrid, 1968). A pesar de que ayer estaba medio muerto de dar tanta clase, aunque unas alumnas me dijeron algún piropo (a mis años, qué cosas), me subí en el Metro para ir hasta la biblioteca Elena Fortún, en Doctor Esquerdo, la calle de Carmen Martín Gaite, aunque esta vez nadie me cedió el asiento. Me reanimé cuando me encontré con Pepo en la entrada del salón de actos y nos hicimos esa fotografía haciendo un poco el tonto, algo que a los dos se nos da bien. La presentación fue breve e inteligente -como deben ser estar cosas-, por parte de una poeta profunda como Julieta Valero, una actriz estupenda como Kiti Mánver y una autora que ha escrito poemas sobre el paso del tiempo en la mujer, sobre su paulatino acercamiento a la vejez, algo que no suelo leer en la literatura española, como pude comprobar después en el Metro, en el que me leí el libro.
 
"Lo que no tuvieron de niñas -Madrid años 40-.
Saborear galletas o pan
blanco/palabras/merienda/almuerzo/significante/deducción.
Mientras mastican miran el plato o el infinito, están solas entre sí.
No hace falta pensar y ya nada sucede al otro lado de la ventana" (p. 24).
 
"Amanece azul ultramar en medio de la acera. Hoy toca sintrom y vacuna. El andador no acusa la distancia.
Ya no hay brillo en los ojos y la velocidad del mundo
alrededor parece acelerada, como una vieja película teñida de ese azul.
Hay un hueso en el dedo corazón desbaratado y errante. A la otra le tiemblan los nudillos.
Avanzan por la ciudad despiertas, lentamente, sin ritmo en el azul" (p. 64).
 
"SOY mujer: pisé mi último escalón hace ya horas.
Quería más: quería la sombra de un cerezo y la casa resulta. Quería no abundar en cicatrices. Quería la emoción/convocar mundos/crear/crear/tal vez dormir.
La línea circular de este trayecto sin destino" (p. 70).
 
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Sí, hay que leer libros como este para entender un poco mejor el mundo femenino.
 
Hay que tener buenos amigos con los que te apetece charlar de vez en cuando.
 
Hay que escuchar música romántica, por supuesto en París:
 
Así es fácil ser feliz.

lunes, 17 de noviembre de 2025

"Aún me sorprendo al descubrir obras de arte".


 
Me siento en el Auditorio Nacional de Música de Príncipe de Vergara para escuchar la obra cumbre de Franz Schmidt (1874-1939), tras escuchar estos días sus cuatro sinfonías y sabiendo que había sido el violencelista en las sinfonías de Mahler que este dirigió en Viena. Y también que ha sido un compositor olvidado por sus veleidades con los nazis. Su oratorio "El libro de los siete sellos", que se basa en la mayor parte del Apocalipsis que nos revela San Juan, se estrenó en 1938 en la misma sala de cuento de hadas de los conciertos de Año Nuevo que escuchábamos desde niños, meses después de que la Alemania nazi se apropiara de Austria sin ninguna oposición. He leído aquella Viena de finales del siglo XIX y primeros del XX en los libros de Musil, Krauss y Zweig. La he intentado entender con Wittgenstein y Freud, mirando los cuadros de Klimt y Schiele. Para la música dejo estas palabras de Zweig: "Desde aquí [Viena] iluminó al mundo la constelación de lo siete astros inmortales: Gluck, Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Brahms y Strauss. Aquí confluyeron todas las corrientes de la cultura europea; entre la nobleza y entre el pueblo lo alemán se unía con alianzas de sangre con lo eslavo, lo húngaro, lo español, lo italiano, lo francés y lo flamenco". Tras saber todo esto lo que me encontré fue la atmósfera de Durero, el canto gregoriano, la tradición de la fuga de Bach y una música poswagneriana. El Cordero abre los 7 sellos. El jinete blanco (Jesucristo) es el que precede a los 4 jinetes del Apocalipsis, la guerra, el hambre, la peste y la muerte, lo que me recordó la película de Vincente Minnelli con Glenn Ford que tanto me gustó de niño. Al abrirse el quinto sello, aparecen las almas de los mártires. Con la apertura del sexto, el Señor destruye a los pecadores. El "gran silencio" llena el cielo al abrirse el séptimo sello y San Juan nos cuenta la historia de la verdadera fe y de su iglesia. Tras el gran silencio celestial, que se supone durará hasta el fin del mundo, siete ángeles se preparan para dar la señal del Juicio Final. San Juan concluye su Revelación con el Aleluya. 
 
Me lo contó con calidad el director italiano Fabio Luisi, el mismo de la versión que he encontrado en Youtube desde Dallas, Texas:
 
Sí, ocurrió algo extraordinario para los que amamos y buscamos la belleza. Y ahora acabo de ver que Celia Diaz me escribió en esta red social para decirme que el órgano lo había tocado su yerno Daniel Oyarzabal.
 
¿Es extraordinaria o no esta vida?

domingo, 16 de noviembre de 2025

"Me entrevistan en El Imparcial".


 

Tras escribir una reseña hace dos semanas en el mismo diario sobre mi último libro publicado, "Un hombre que se parecía a Al Pacino" (2023), el crítico José Manuel López Marañón ha publicado ayer una entrevista en el digital de Luis María Anson, el mítico académico que presidió EFE y dirigió el ABC y La Razón, y que ha titulado "El artista debe ser un modelo de equilibrio y fuerza", donde me pregunta por la lectura y la cultura en España, por mi tertulia (a la que él denomina "célebre tertulia"), por la IA y la enseñanza, y en definitiva sobre mi vida y mi manera de vivirla.

Espero que os guste a mis amigos:

https://www.elimparcial.es/noticia/290128/cultura/justo-sotelo-el-artista-debe-ser-un-modelo-de-equilibrio-y-fuerza.html

Y, mientras me lo decís, me tomo el primer café de este domingo de otoño húmedo y escucho a Bach, su Partita que me ha acompañado tantos años mientras escribo. Me gusta la abstracción de su música que provoca en mi mente el deseo de describir matemáticamente el texto:

https://www.youtube.com/watch?v=nKLvX6lrrIU

sábado, 15 de noviembre de 2025

"Mi ideal como escritor es unir el arte con la ciencia".


 


El próximo martes nos iremos virtualmente hasta México para hacer nuestra tertulia. Nos la ha preparado la maestra y escritora mexicana Mariola Satorre, que es tertuliana desde hace años. Pese a la lejanía le hace ilusión presentarnos al biólogo y escritor Andrés Cota Hiriart (Ciudad de México, 1982). Se le puede conocer en el siguiente video. Me ha parecido un tipo encantador que defiende lo que me gusta a mí, la unión entre la ciencia y el arte o las humanidades:
 
Andrés dice: "lee un libro y verás las cosas de otra manera". Y con la idea que da título a este post, el otro día hablé por aquí de la pintora Ángeles Santos Torroella, una de las Sinsombrero, y hoy me tomo el primer café de la mañana con un poema de Josefina de la Torre, una de las poetas Sinsombrero, de "Marzo incompleto", publicado en el año 1968, aunque los poemas son de los años treinta:
 
Mientras saboreo el café quiero empaparme del concierto que voy a escuchar en el Auditorio Nacional, una obra que yo no conocía, el oratorio "El libro de los siete sellos" de Franz Schmidt, basado en el Apocalipsis. Estrenado en 1938, tres meses después de la anexión de Austria a la Alemania nazi, su olvido es más bien extramusical, al estar escrita por un músico que los nazis consideraban el mayor de Alemania.
 
Esta es la presentación de la obra:
 
Es maravilloso poder conocer siempre cosas nuevas.

viernes, 14 de noviembre de 2025

"Me gusta que me vendan en las farmacias".


 
El otro día mi amiga virtual Waldina Valladares escribió esto por aquí: "El médico me ha recetado a alguien como tú". Lo primero que pensé al leer la frase es que nunca me ha importado que las mujeres y los hombres me digan piropos (a veces me dicen todo lo contrario, pero qué le voy a hacer, nadie es perfecto, y menos en calzoncillos, como solía decir un pintor gay encantador que me quería mucho). Sin duda ser "medicina" es algo imprescindible. La vida es demasiado corta y por eso resulta hermoso que alguien se fije en ti de forma admirativa, con afecto y cariño. Lo contrario es triste. Por eso es estupendo que alguien te diga un halago o que te regale alguna cosa o incluso que te cante una canción en medio de una clase. El otro día hablé a mis alumnos en clase del antropólogo francés Gilbert Durand (Chambéry 1921-2012), creador de la "Mitocrítica". También nació en Chamberí, pero no en el centro de Madrid como yo, sino en la Saboya francesa. En Filología estudié algunas asignaturas como oyente, puesto que el horario de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada coincidía con mis clases, y una fue "Mitocrítica". Además de aprovechar para leer el libro fundamental de Gilbert Durand, que recomendé a mis alumnos el otro día, "Las estructuras antropológicas del imaginario", con el análisis del régimen nocturno (el de la mujer), el diurno (el del hombre) y la síntesis de ambos (con la cópula), una idea literaria que también está en la base del gran "bestseller" de las últimas décadas, "El código Da Vinci", en esta clase conocí a personas amantes de la literatura (en realidad todos los alumnos eran mujeres, que son las que leen en España y alguna se integró en mi tertulia). Cierto día una de ellas nos sorprendió tras lanzarse a cantar un aria de Händel en medio de la clase. Después dijo que era soprano y, clavando sus ojos en mí, me dijo que me la dedicada. Fue entonces cuando el mito se hizo poesía:
 
Y me gusta que me vendan en las librerías, como la que tengo detrás de la fotografía, mientras escucho a Händel.