martes, 25 de noviembre de 2025

"Enamorarse de un escritor"


 
Los escritores usamos como material literario todo lo que nos ocurre y también todo lo que les sucede a los demás. La literatura consiste en transformar, "estilizar" unos hechos objetivos propios y ajenos para hablar de amor, odio, deseo, sexo, poder o dinero. Convertirse en "personaje" en la historia de un escritor es una manera de acabar siendo recordado eternamente. Me vienen a la cabeza los pecadores que Dante decidió incluir en el Infierno de su Comedia como Paolo y Francesca, los dos amantes que envió al Segundo Círculo, ese mítico lugar que es casi una forma de hablar o de definir la vida y la muerte. Tristán, Isolda, Aquiles, Paris, Helena y Cleopatra les hacen compañía acusados también de lujuria, y entre otras cosas los recordamos por eso mismo. Si tan solo existen tres temas en la literatura, el tiempo, el espacio y el otro, es necesario construir subtemas mínimamente interesantes que se integren en cualquiera de estas categorías. Tal vez por ello siempre he recomendado a las personas que encuentro por la vida que no se enamoren nunca de un escritor, sobre todo si es guapo y atractivo.
 
Ahora me tomo el primer café de la mañana y escucho una de las músicas más arrebatadoras de la historia. Su autor tuvo que dejar de escribir su obra maestra porque se había enamorado locamente de una mujer y necesitaba contarlo de otra forma. Y sin darse cuenta describió el éxtasis: 
 
(La fotografía me la saqué el otro día en la "pecera" del Círculo de Bellas Artes, un lugar donde a veces me voy a escribir. Un escritor lo que tiene que hacer es escribir todos los días con su fuerza y pasión rodeado de belleza, la suya y la del mundo).

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario