lunes, 25 de junio de 2018

"El lector modelo".

Umberto Eco escribió las "Apostillas a El nombre de la rosa" tras el enorme éxito de su novela. En ellas explica algunas cosas interesantes de teoría literaria y menciona la figura del "lector ideal o modelo", aunque no es de su invención, por supuesto. Este pequeño tratado lo hemos leído varias veces en la tertulia porque no tiene desperdicio.


Hace apenas unos meses no conocía, ni real ni virtualmente, a la profesora manchega Azucena López-Cano. En este tiempo ella ha leído cuatro de mis libros y está leyendo el ensayo que hizo Almudena Mestre. Hace un par de semanas puso en su muro la foto de más abajo.

En la página 22 de sus "Apostillas", Eco dice: "¿Qué lector modelo quería yo mientras escribía? Un cómplice, sin duda, que entrase en mi juego. Lo que yo quería era volverme totalmente medieval y vivir en el Medioevo como si fuese mi época (y viceversa). Pero al mismo tiempo quería, con todas mis fuerzas, que se perfilase una figura de lector que, superada la iniciación, se convirtiera en mi presa, o sea en la presa del texto, y pensase que solo podía querer lo que el texto le ofrecía. Un texto quiere ser una experiencia de transformación para su lector".

Azucena es una de las lectoras de las que habla Eco. Como seguimos sin conocernos "realmente", voy a tener que ir un día a tomarme un café a algún lugar de La Mancha. De paso quizá me encuentre con Don Quijote en el mesón de Puerto Lápice, donde siempre me tomo un café cuando voy al sur.

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