jueves, 28 de junio de 2018

"Una reflexión en el día del orgullo gay"

Esta es una frase que me dirigió hace un par de días por aquí May Redondo, una amiga de León. Cuando leo estas cosas lo primero que me pregunto es si me las dicen a mí o se han equivocado de persona. Me quedo pensativo durante un rato y sigo corrigiendo exámenes y escuchando la música de una película interesante, "A single man", (2009), la primera película de Tom Ford, el modisto de Gucci, que vi cuando se estrenó en los cines Renoir de la Plaza de España, de Madrid. 

https://www.youtube.com/watch?v=mOmdNNJ_64Q

Es la adaptación de la obra de Christopher Isherwood "Un hombre soltero", que resultó innovadora cuando se publicó el año 1964 por presentar la vida cotidiana de un homosexual, hasta el punto de considerarse un hito en el movimiento de liberación gay. Estamos en Los Ángeles en 1962, y, a la vez que se produce la crisis de los misiles, George Falconer (Colin Firth), un maduro profesor universitario británico y homosexual, lucha por hallar sentido a la vida tras la muerte de Jim (Matthew Goode), su compañero sentimental. 

Esta mañana vuelvo a escuchar la música que compuso Abel Korzeniowski para la película mientras me tomo el primer café. A veces la vida puede llegar a ser cruel. A veces las personas están muy solas, aunque vivan acompañadas. Hay veces en que las personas querrían desaparecer de este mundo, que les resulta insoportable. Entonces pienso que es posible que May tenga razón, y solo quien es feliz realmente encuentre motivos para hacer felices a los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario