"¿Te acuerdas, Justo Sotelo, cuando dije que parecías un personaje literario que se había escapado de una novela?"
Esto lo escribió ayer por aquí Montserrat Doucet, una escritora
madrileña de calidad, a la que conocí en la Complutense haciendo un
máster sobre Teoría de la Literatura. Luego estuve en su tesis, ella ha
participado en mi tertulia y allí ha presentado varios de sus libros
(por cierto, mañana martes vuelve la tertulia, como siempre a las 18,30
en el Café Gijón, Paseo de Recoletos 21 de Madrid).
Al leer hace un momento las palabras de Montserrat me vino a la cabeza
el recital de canto y piano que escuché ayer con obras de Debussy,
Puccini, Mozart, Bellini, Verdi y Gounod, entre otros, donde la pianista
ha salido en la fotografía como si fuera un personaje escapado de una
novela o una ópera, cosas de la iluminación de la sala o de la torpeza
de mi móvil. La soprano cantó de perlas todas las arias, sobre todo una
de Puccini que se encuentra entre mis preferidas de siempre. Es de una
ópera, cercana a la opereta, "La Rondine", decadentemente encantadora,
con una historia muy parecida a "La Traviata" de Verdi.
La verdad es que adoro todo lo que parezca decadente hasta el punto de que tampoco me hubiera importado ser uno de los personajes de "Manon Lescaut", "La Bohème", "Tosca", "Madame Butterfly", "Turandot" o la propia "Rondine". Y, por supuesto, Gustav Mahler, el compositor más humanista y decadente de la historia.
https://www.youtube.com/watch?v=IflHDxmrWxY
La verdad es que adoro todo lo que parezca decadente hasta el punto de que tampoco me hubiera importado ser uno de los personajes de "Manon Lescaut", "La Bohème", "Tosca", "Madame Butterfly", "Turandot" o la propia "Rondine". Y, por supuesto, Gustav Mahler, el compositor más humanista y decadente de la historia.
https://www.youtube.com/watch?v=IflHDxmrWxY
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