Esta fotografía es de hace una semana y pico, pero me parece que le va bien a este día. El calendario romano original tenía diez meses, y marzo era el primero, así que agosto se llamaba antes sextilis (sexto en latín). El 8 a. C. el Senado lo rebautizó en honor del emperador César Augusto. Su nombre de nacimiento era Cayo Octavio, aunque recibió el título honorífico de Augusto. "Augustus" alude a "augur" o "consagrado por augurio" por sus connotaciones de venerabilidad, majestuosidad o reverencia. Y es verdad que el nombre de Augustus se da un aire al de Justus. Deriva del latín "iustus" con cualidades de imparcialidad, integridad moral y rectitud. Y como siempre me dicen que tengo aire de actor italiano, me tomo un café escuchando las "Beatitudes" de la "Gran Belleza", de Sorrentino, la búsqueda de la belleza y la autenticidad del protagonista, Jep Gambardella, perdido en un mundo de apariencia y hedonismo. En el clímax de la historia, sor María le pregunta por la razón de su bloqueo creativo, a lo que este responde que la búsqueda de esa Gran Belleza es lo que ha provocado que no volviese a escribir una novela desde "El aparato humano", su gran éxito de juventud:
Saboreo el primer café de la mañana y pienso en las seis novelas que he escrito, desde "La muerte lenta" en 1995. Tuvimos una bonita presentación en la Universidad San Pablo. La compraron muchos de mis alumnos.
Sí, el 1 de agosto es un bonito día para seguir escribiendo.
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