Hay lugares que permanecen inalterables, a pesar de que vuelvas un tiempo después.
En la playa de la foto escribí el año pasado uno de mis "Cuentos de los otros":
"En la isla de Bioko".
"Escuchando leyendas en la playa de Arena Blanca de Luba.
Se nos hizo de noche mientras aquellos amigos nos contaban la leyenda de la hija de Botuku, el rey de una aldea de la isla de Bioko. La aparición de la Virgen de Bisila en una cueva protegió a todos los habitantes de la aldea de los ruidos de la noche, del acecho de las fieras, de los pechos sin leche de las mujeres y de los silencios del alma.
Y yo me quedé sin escribir el cuento de los viernes, aunque me tomé dos platos de Salsa de Cacahuete y varios tés Osang".
(Es difícil no sentirse libre en un sitio como este).
Se nos hizo de noche mientras aquellos amigos nos contaban la leyenda de la hija de Botuku, el rey de una aldea de la isla de Bioko. La aparición de la Virgen de Bisila en una cueva protegió a todos los habitantes de la aldea de los ruidos de la noche, del acecho de las fieras, de los pechos sin leche de las mujeres y de los silencios del alma.
Y yo me quedé sin escribir el cuento de los viernes, aunque me tomé dos platos de Salsa de Cacahuete y varios tés Osang".
(Es difícil no sentirse libre en un sitio como este).
No hay comentarios:
Publicar un comentario