domingo, 6 de mayo de 2018

"Cerca del corazón salvaje".

Me tomo un café frente al mar y releo por enésima vez "Cerca del corazón salvaje", la primera novela de la escritora ucraniana / brasileña Clarice Lispector.

"El sol se estremecía al atardecer, allí afuera, en las ramas verdes de los árboles. Las palomas ensuciaban libremente el suelo. De vez en cuando llegaba hasta el aula la brisa y el silencio del patio de recreo. Entonces todo parecía más leve, la voz de la profesora flotaba como una bandera blanca.

- Y de ahí en adelante él y toda la familia fueron felices -pausa, los árboles oscilaban en el patio, era un día de verano-. Escriban un resumen de esta historia para la próxima clase.

Todavía sumergidas en el cuento, las chiquillas se movían lentamente, los ojos leves, las bocas sonrientes.

- ¿Qué es lo que se consigue cuando se es feliz? -su voz era una saeta clara y fina. La profesora miró a Juana.

- Repite la pregunta...

Silencio. La profesora sonrió mientras ordenaba los libros.

- Haz de nuevo la pregunta, Juana, no te he oído.

- Quería saber qué pasa después de que se es feliz. ¿Qué ocurre después? -repitió la niña con obstinación.

La profesora ponía cara de sorpresa.

-¡Qué idea! ¡No entiendo qué quieres decir, vaya una idea! Haz esta misma pregunta con otras palabras a ver...

-Uno es feliz, ¿para qué?"

(Son fragmentos de las páginas 36 y 37 de la obra maestra de Lispector, del año 1944, publicada por Siruela en 2002 y traducida por Basilio Losada. El título lo tomó de una frase de Joyce: "Estaba solo. Abandonado, feliz, cerca del corazón salvaje de la vida". La obra de Lispector tiene raíces en algunos de los escritores que más aprecio y que no dejo de releer, además de Joyce, Queiroz, Dostoyevsky, Woolf, Faulkner y Eliot).

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