Como cada año, voy
a firmar a mi "locus amoenus" particular y no me meto dentro de la
caseta, sino que me quedo fuera, en el paseo, viendo pasar a la gente.
Me gusta ver cómo llegan los alumnos de este año y de años anteriores a
los que hacía siglos que no veía, pero que pasaban por allí y se llevan
una sorpresa al verme y me abrazan. Me gusta saludar a personas que me
conocen por los medios de comunicación, incluidas las redes sociales. Me gusta ver a mis amigos que siempre acuden a la cita y a personas que continúan estudiando mi obra.
Es un pequeño microcosmos, en medio del Retiro, cada cual con su
historia particular a cuestas, todos con su libro, como diminutas
estrellas que se mueven en el firmamento. Ahora llueve, y mientras
escribo estas palabras me viene a la cabeza una canción de Enya. La
feria del libro, cada feria que celebra los libros, cada latido del
escritor y el lector, no deja de ser una pequeña parte inmensa del mundo
en el que vivimos, como esta música:
https://www.youtube.com/watch?v=0fuRWL82Ki0
Y de esa música salen las fotos que he puesto más abajo. Se hicieron tantas, por tantas personas, que no recuerdo a quiénes pertenecen. Algunas son de Silvia, otras de Almudena y Yolanda. Algunas más de mi móvil. En menos de dos horas saludé a otros escritores, como mis queridos Javier Lostalé y Juana Vázquez, y conocí a la encantadora poeta Elena Grausen, con la que intercambié libros. Y pasaron muchas personas con las que no me hice fotos, pero que compraron todos los libros que llevó el editor Pepo Paz. Después él y Manuel Rico -director de la colección de poesía de Bartleby-, no tuvieron más remedio que invitarme a unas cañas, claro. Y Enya canta.
https://www.youtube.com/watch?v=0fuRWL82Ki0
Y de esa música salen las fotos que he puesto más abajo. Se hicieron tantas, por tantas personas, que no recuerdo a quiénes pertenecen. Algunas son de Silvia, otras de Almudena y Yolanda. Algunas más de mi móvil. En menos de dos horas saludé a otros escritores, como mis queridos Javier Lostalé y Juana Vázquez, y conocí a la encantadora poeta Elena Grausen, con la que intercambié libros. Y pasaron muchas personas con las que no me hice fotos, pero que compraron todos los libros que llevó el editor Pepo Paz. Después él y Manuel Rico -director de la colección de poesía de Bartleby-, no tuvieron más remedio que invitarme a unas cañas, claro. Y Enya canta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario