sábado, 7 de agosto de 2021

"Audrey".

Anoche vi un documental de la joven escritora, directora y música británica Helena Coan sobre la vida de Audrey Hepburn estrenado el año pasado.

Nací en una época en que la música de "Desayuno con diamantes" se escuchaba por todas partes. Todavía no sabía que Holly / Audrey era una prostituta de lujo en la mente genial de Truman Capote, lo que me resultó bastante indiferente cuando me enteré. Esa película es lo más parecido al glamour y la sofisticación en el cine. Además, Audrey Hepburn era la chica de "Vacaciones en Roma", "Sabrina", "Guerra y paz", "Una cara con ángel", "My fair lady". Por eso mismo he escrito cuentos que se inspiran en varias películas de esta actriz belga que fue mucho más querida en su época que otras actrices más dotadas técnica y físicamente que ella. Y aún sigue levantando pasiones. La película de Helena Coan no se ocupa de su cine, sino de su vida privada, de lo mal que lo pasó durante la guerra, lo que contribuyó a su delgadez y su imposibilidad para dedicarse a lo que más amaba, la danza. Sus padres simpatizaron, además, con Hitler y el padre los abandonó muy pronto. Audrey tal vez nunca dejara de "buscarlo" en otros hombres, mientras se consideraba peor actriz que bailarina. En los últimos años de su vida se dedicó a ayudar a los niños como embajadora de UNICEF recordando el hambre que había pasado en la infancia. La directora inglesa insiste en el hecho de que ella nunca se tuvo en gran estima, a pesar de que la hubiera vestido Hubert de Givenchy en tantas películas, aunque al final, por fin, pudo quererse un poco más.
 
Si siempre digo que me he pasado media vida escribiendo, la otra lo he hecho viendo cine (por eso necesito varias vidas para hacer más cosas). El cine es un medio de expresión, como aprendí de Alfonso Sánchez, una escritura que sirve para contar una historia o expresar un pensamiento, el reflejo de los sueños de una colectividad. Y por eso agradezco a Audrey Hepburn que, a través de ella, me llegaran el mundo y las reflexiones de Willyam Wyler, Billy Wilder, King Vidor, Stanley Donen, Fred Zinnemann, John Houston, Blake Edwards o George Cukor.
 
En fin, es la hora de mi primer café au lait de esta bonita mañana de verano, así que "bonjour Paris":
 

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