A veces leo poemas en esta red social que me piden que los relea, hasta dos, tres y cuatro veces. Es cuando el espíritu se desprende del cuerpo y puedo situarlos en la tradición de la lírica universal, en este caso con ciertas resonancias de Rilke y Juan Ramón Jiménez que conectan con un Absoluto que trasciende cualquier límite. Nos acercamos casi al "silencio de oro", así como al sol, la espiritualidad y la pasión del Mediterráneo. Gabriela Amorós está en la fotografía, nació en Santa Pola (Alicante) y ha publicado dos libros de poemas, "La fragua cero" (2014) y "El estuario rojo" (2017). Para el primero escribí el prólogo, un ensayo de Teoría de la Literatura de contenido lógico-simbólico, como su obra.
"como al jazmín
me han condenado a hablar por amor
pero ambos hablamos por hablar,
por amor precisamente blanqueamos
silencio.
.
una diminuta flor de jazmín
puede callar tanto
blanco
para caber en la flor
.
que día a día
se le va cayendo el alma encima
muda
enamorada y blanca,
tan apretada
una flor no resiste.
.
al escribir me siento más viva
abierta
quizá perdurable,
pienso que todo cabe en el papel
.
pero bajo su inabarcable amor
el papel
un silencio blanco
.
y el jazmín y yo
inclinados
abrazados
nos vamos muriendo".
.
© Gabriela Amoros Seller.
Como no sé respirar sin música, mientras me tomo el primer café de esta mañana de verano, escucho una canción que fue elegida la mejor del pop español. Va por el padre de la poeta:
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