Al despertar esta mañana he mirado hacia afuera y he visto el arcoíris
como si fuera un puente entre los hechos y los sentimientos, entre las
ciudades y las cosas. Hay un paraíso fuera de nosotros (una isla, sin
duda) y otro que ocupa nuestro interior. Y he recordado que el otro día
el filósofo y profesor Rubén Muñoz Martínez comentó por aquí que lo que
se parecía a París era mi mirada, cuando
escribí que ciertos lugares de Madrid se parecen a París. Después el
músico y filólogo Dani Sanz dijo: "Justo, recuerda la frase del Talmud:
"No vemos las cosas como son, las vemos como somos". ¡Tú eres París
entonces! ¡La ciudad luz!"
Anoche pusieron en la 1 la película "La la land". Hacia el final, el
personaje que interpreta Emma Stone canta una canción en una audición
sobre una tía que tenía en París. La canción va dedicada a todos los
soñadores, esos tontos sin remedio. Porque en realidad es necesario un
poco de locura para ver la vida con otros colores (quizá los del
arcoíris). "Así que traigan a los rebeldes, los pintores, los poetas y
las obras de teatro".
https://www.youtube.com/watch?v=mZKK8pNExNg
El arcoíris abandona mi retina y llega hasta mi cerebro. Entonces imagino que las cosas no existen como tales, en sí mismas, sino en la forma en que las vemos.
En que las somos.
https://www.youtube.com/watch?v=mZKK8pNExNg
El arcoíris abandona mi retina y llega hasta mi cerebro. Entonces imagino que las cosas no existen como tales, en sí mismas, sino en la forma en que las vemos.
En que las somos.
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