Mientras me tomo el
primer café de la mañana, me viene a la cabeza una película inmensamente
moderna, y eso que es de 1931. La Primavera, con mayúsculas, necesita
un ramo de violetas, un rostro como ese y que nos mire Chaplin.
Porque luego está el final de la película. Siempre he pensado que en
toda la historia del cine no hay un final como ese. Es cuando por fin
podemos ver las cosas con claridad. Ya no nos mira Chaplin, sino que
somos nosotros los que le miramos a él. De esa forma podemos ver la
verdad, la poesía de la vida, la música, el arte, la literatura, el
amor.
En definitiva, podemos ver la Primavera:
https://www.youtube.com/watch?v=4EhyUN_OKIc
En definitiva, podemos ver la Primavera:
https://www.youtube.com/watch?v=4EhyUN_OKIc
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