viernes, 22 de marzo de 2019

"Ya que acaba de llegar la primavera".

Mientras me tomo el primer café de la mañana, me viene a la cabeza una película inmensamente moderna, y eso que es de 1931. La Primavera, con mayúsculas, necesita un ramo de violetas, un rostro como ese y que nos mire Chaplin.


Porque luego está el final de la película. Siempre he pensado que en toda la historia del cine no hay un final como ese. Es cuando por fin podemos ver las cosas con claridad. Ya no nos mira Chaplin, sino que somos nosotros los que le miramos a él. De esa forma podemos ver la verdad, la poesía de la vida, la música, el arte, la literatura, el amor. 

En definitiva, podemos ver la Primavera:

https://www.youtube.com/watch?v=4EhyUN_OKIc



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