domingo, 10 de noviembre de 2019

"La dama de Shalott y la esencia del escritor".

Ayer estuve buena parte del día mirando este mar y leyendo al poeta inglés Alfred Tennyson, en la edición y traducción de Antonio Rivero Taravillo, que es amigo de esta red social. Uno de los más hermosos y conocidos poemas de Tennyson habla de Camelot, el caballero Lancelot y una dama atrapada en una torre debido a una extraña maldición, que imagina la vida desde allí. Un día ve pasar a Lancelot y se enamora de él. Decidida a conocerle, logra vencer a la maldición, abandona la torre y se sube a una barca, pero muere antes de llegar al añorado Camelot. La historia fascinó a los prerrafaelitas y continúa fascinando a los artistas y escritores de todas las épocas porque realmente se refiere a ellos (la tercera fotografía es una de las pinturas más célebres de John William Waterhouse, del año 1888, y se encuentra en la Tate de Londres). El escritor necesita evadirse del mundo, encerrarse en su propia torre para poder escribir. Lo mismo ocurre con el pintor y los demás artistas. En algún momento aparece el mundo con la forma del caballero Lancelot, pero ese mundo siempre queda lejos, y la dama de Shalott nunca llega a conocerlo.

La canadiense Loreena McKennitt, con orígenes irlandeses y escoceses, y que estuvo este verano en las noches del Jardín Botánico de Madrid, tiene una bellísima canción sobre el poema completo, subtitulada al castellano: https://www.youtube.com/watch?v=iA88T34dhCw

Esta es una versión reducida del poema con Loreena McKennitt cantando en directo:

https://www.youtube.com/watch?v=okwvs-RhyuM



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