"Justo, el mundo se me vino encima, me sentía perdido, necesitaba reaccionar, volver a pintar, y el arte acudió en mi ayuda", me dice Santiago años después de la primera fotografía en la terracita del Café Comercial antes de su reforma. "Creo que soy alguien. / Algo más que la pauta / acordada con mi cuerpo, / más que mi propia imagen", le responde Presina. "Y me lancé a dibujar para salir de la pandemia, como soy yo, de manera inconstante, juntando fotos de mis paseos por las calles de Madrid y de mi imaginación, y viejos dibujos con dibujos nuevos", añade Santiago Martínez, y Presina Pereiro continúa en la segunda fotografía en la terracita del Circulo de Bellas Artes pasada ya la pandemia, "Sí, soy...soy / más que artificio, / más que simulación, más que filamento inanimado / soy..., y debo iluminar mi perímetro exacto, / definir mis costados (...) / Seré alguien que ignorará el dilema de las identidades / renovaré memorias con hitos femeninos / y existiré, seré mi propia voz".
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En alguna ocasión he dicho que el arquitecto y pintor de La Rioja Santiago Martínez Sáenz es de los pocos genios de verdad que he conocido en mi vida. Y que lo quiero mucho después de treinta años de amistad. A la historiadora y escritora malagueña Presina Pereiro la conocí más tarde, pero también la aprecio. Empecé a leer sus novelas y en seguida pensé que era una escritora con gran calidad. Amanece lentamente, y dicen que va a hacer calor. El café me sabe muy bien pasando las páginas del cuaderno de dibujos de Santiago, del que espero que nos hable ya el próximo curso en la tertulia. Los dibujos seguirán hablando con la selección de poemas, algunos inéditos, que han publicado a Presina Pilar S. Tarduchy y Oskar Rodrigañez en forma de plaquette en su Búho Búcaro Poesía.
Y así pasa mi vida, escuchando los diálogos de mis amigos y con la música de Cole Porter:
Después de todo, somos lo que damos.
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