Y, claro, cuando veo algo interesante, mi mente empieza a funcionar. Así que me tomo un café y vuelvo a leer el post de Javier, que dice lo siguiente:
"Cuatro puntos básicos para una poética privada".
1° Siempre he pensado que mi objetivo, como escritor, no podía ser conseguir mediante el lenguaje la re-presentación de la realidad (la realidad sería siempre más potente que esa re-presentación).
2° Siempre he pensado que mi objetivo, como escritor, no podía ser crear mediante el lenguaje mundos de ficción, sustitutorios de la realidad (la realidad es tan potente, tan variada y tiene facetas tan ocultas que, en mi opinión, no necesita esos mundos paralelos que suelen ser irrealizables, cuando no alienantes).
3° Siempre he pensado que mi objetivo, como escritor, era ver en la realidad los aspectos más ocultos e invisibles e in-ventarlos en escritura, de tal manera que esa realidad, dicha en narración o en poema, tomara un alcance de realidad nunca vista, capaz de crear rincones en los que el lector pudiera entrever fragmentos de mundos paralelos.
4° Siempre he pensado que mi objetivo, como poeta, era desvelar la parte oculta del ser, aquella que tal vez solo existe en las carencias del deseo y, en mi nombrar cantando, darle a esa instancia del deseo un referente (al menos virtual), capaz de potenciar nuestra fe y nuestra esperanza en su existencia.
La función referencial (transcendente) de la poeticidad".
Termino el café, repito la frase que he escrito allá arriba y añado lo siguiente:
¿La poesía es autorreferencial?
Mi propia pregunta no es fácil de responder. Resume la historia de la literatura, en realidad de casi toda la historia de la humanidad.
Se inicia en Platón y Aristóteles, sigue con Horacio y San Agustín, pasa por Dante y Rabelais, continúa con Shakespeare, Sterne y ese "otro" yo de raíces románticas que todos llevamos dentro (y que a veces vemos al otro lado del espejo) y termina en la expresión del niño recién nacido cuando mira a su madre y le coge un dedo con esa pequeña mano milagrosa de la vida.
1° Siempre he pensado que mi objetivo, como escritor, no podía ser conseguir mediante el lenguaje la re-presentación de la realidad (la realidad sería siempre más potente que esa re-presentación).
2° Siempre he pensado que mi objetivo, como escritor, no podía ser crear mediante el lenguaje mundos de ficción, sustitutorios de la realidad (la realidad es tan potente, tan variada y tiene facetas tan ocultas que, en mi opinión, no necesita esos mundos paralelos que suelen ser irrealizables, cuando no alienantes).
3° Siempre he pensado que mi objetivo, como escritor, era ver en la realidad los aspectos más ocultos e invisibles e in-ventarlos en escritura, de tal manera que esa realidad, dicha en narración o en poema, tomara un alcance de realidad nunca vista, capaz de crear rincones en los que el lector pudiera entrever fragmentos de mundos paralelos.
4° Siempre he pensado que mi objetivo, como poeta, era desvelar la parte oculta del ser, aquella que tal vez solo existe en las carencias del deseo y, en mi nombrar cantando, darle a esa instancia del deseo un referente (al menos virtual), capaz de potenciar nuestra fe y nuestra esperanza en su existencia.
La función referencial (transcendente) de la poeticidad".
Termino el café, repito la frase que he escrito allá arriba y añado lo siguiente:
¿La poesía es autorreferencial?
Mi propia pregunta no es fácil de responder. Resume la historia de la literatura, en realidad de casi toda la historia de la humanidad.
Se inicia en Platón y Aristóteles, sigue con Horacio y San Agustín, pasa por Dante y Rabelais, continúa con Shakespeare, Sterne y ese "otro" yo de raíces románticas que todos llevamos dentro (y que a veces vemos al otro lado del espejo) y termina en la expresión del niño recién nacido cuando mira a su madre y le coge un dedo con esa pequeña mano milagrosa de la vida.
Partiendo de la doctrina de la catarsis trágica de la Poética de Aristóteles como un juego de pasiones con cierta depuración ética-sentimental, el placer ético-sentimental del deleite de Arte poética de Horacio, el análisis de lo sublime de Burke y Kant, el sentimiento de Fichte, el pensamiento psicológico estético y artístico de la Estética de la empatía como proyección sentimental, el universo de los actos afectivos de Max Scheler referida a la impulsividad….todo el componente sentimental que el autor pone en la poesía afecta como un impulso de las representaciones de la conciencia, como parte de un contenido tematizado de la textualidad y como relación autor-receptor o lector. Así Kant veía una finalidad antropológica-subjetiva en los textos. Lo más importante es ajustar lo real en sí mismo y las representaciones que el hombre según su sensibilidad hace de lo real. Un beso a mis queridos Maestros Justo Sotelo y Javier Del Prado Biezma y un abrazo para todos.... Ah...estás súper guapo y atractivo en esa foto...que lo sepas querido Justo Sotelo
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