Supongo que a
Haruki Murakami le gustará saber que una mujer inteligente y bella como
Juana Martínez López-Prisuelos, española, pero que vive en Nueva York,
entró ayer en una librería para llevarse un ensayo sobre su obra, aunque
no lo haya escrito él.
Yo acabo de ver la foto que puso ella
por aquí y me ha parecido interesante. Como, además, Murakami y yo
tenemos muchas cosas en común, quizá los dos estemos escuchando ahora
mismo esta música mientras nos tomamos un café:
https://www.youtube.com/watch?v=rxOfrULyakU
Cuántas veces habré dicho que esto de la literatura es un curioso juego de espejos. En dos párrafos se puede juntar a Murakami, Petrarca, Fedorova y List. Y yo lo observo todo en esta bonita mañana de verano, como podrían haber dicho Eric Rohmer y Woody Allen, y releo a Petrarca (Arezzo, 1304-Padua, 1374), en la traducción de Laura del Pozzo, y me encuentro con Garcilaso y Shakespeare:
"Soneto 104".
"Pace non trovo, e non ho da far guerra;
E temo e spero, ed ardo e son un ghiaccio;
E volo sopra ´l cielo e giaccio in terra;
E nullo stringo, e tutto il mondo abbraccio;
Tal m´ha in prigion, che non m´apre, ne serra;
Ne per suo mi riten, ne scoglie il laccio;
E non m´ancide Amor, e non mi sferra;
Ne mi vuol vivo, ne mi trae d´impaccio.
Veggio senz´occhi, e non ho lingue e grido;
E bramo di perir, e cheggio aita;
Ed ho in odio me stesso, ed amo altrui;
Pascomi di dolor, piangendo rido;
Equalmente mi spiace morte e vita,
In questo stato son, Donna, per vui".
"No tengo paz ni puedo hacer la guerra;
temo y espero, y del ardor al hielo paso,
y vuelo para el cielo, bajo a la tierra,
nada aprieto, y a todo el mundo abrazo.
Prisión que no se cierra ni des-cierra,
No me detiene ni suelta el duro lazo;
entre libre y sumisa el alma errante,
no es vivo ni muerto el cuerpo lacio.
Veo sin ojos, grito en vano;
sueño morir y ayuda imploro;
a mí me odio y a otros después amo.
Me alimenta el dolor y llorando reí;
La muerte y la vida al fin deploro:
En este estado estoy, mujer, por ti".
Cuántas veces habré dicho que esto de la literatura es un curioso juego de espejos. En dos párrafos se puede juntar a Murakami, Petrarca, Fedorova y List. Y yo lo observo todo en esta bonita mañana de verano, como podrían haber dicho Eric Rohmer y Woody Allen, y releo a Petrarca (Arezzo, 1304-Padua, 1374), en la traducción de Laura del Pozzo, y me encuentro con Garcilaso y Shakespeare:
"Soneto 104".
"Pace non trovo, e non ho da far guerra;
E temo e spero, ed ardo e son un ghiaccio;
E volo sopra ´l cielo e giaccio in terra;
E nullo stringo, e tutto il mondo abbraccio;
Tal m´ha in prigion, che non m´apre, ne serra;
Ne per suo mi riten, ne scoglie il laccio;
E non m´ancide Amor, e non mi sferra;
Ne mi vuol vivo, ne mi trae d´impaccio.
Veggio senz´occhi, e non ho lingue e grido;
E bramo di perir, e cheggio aita;
Ed ho in odio me stesso, ed amo altrui;
Pascomi di dolor, piangendo rido;
Equalmente mi spiace morte e vita,
In questo stato son, Donna, per vui".
"No tengo paz ni puedo hacer la guerra;
temo y espero, y del ardor al hielo paso,
y vuelo para el cielo, bajo a la tierra,
nada aprieto, y a todo el mundo abrazo.
Prisión que no se cierra ni des-cierra,
No me detiene ni suelta el duro lazo;
entre libre y sumisa el alma errante,
no es vivo ni muerto el cuerpo lacio.
Veo sin ojos, grito en vano;
sueño morir y ayuda imploro;
a mí me odio y a otros después amo.
Me alimenta el dolor y llorando reí;
La muerte y la vida al fin deploro:
En este estado estoy, mujer, por ti".
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