jueves, 19 de julio de 2018

Todo lo bueno nace de una utopía.

Sentado en un escalón de una mezquita azul, escribo que se me acerca un viejo vestido con una gran barba blanca y me dice que deje de escribir. Me alarga un vaso de vino. Luego dice: ¡Bebamos y escuchemos serenamente el silencio del Cosmos! 

Cierro los ojos. Al abrirlos la música sigue sonando, el vaso está vacío, el viejo ha desaparecido y hay un libro en el suelo. 

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