Parece una carta como las que se escribían antes, como las que un
lector del XIX y el XX podía enviar, escrita de su puño y letra, a
escritores como Balzac, Rilke o Proust, después de haber leído sus
obras. También es un ejemplo más de que, aunque las Nuevas Tecnologías
hayan llegado a este mundo para quedarse, hay cosas que no cambian, como
el corazón de los seres humanos.
"Vaya por delante que no soy crítico literario, que, como más de una vez he manifestado por aquí, me gusta
escribir y expresar aquello que siento y que se quede grabado de alguna
manera. Los que me conocéis sabéis que tengo escritos tres libros sobre
aquello que siento y pienso, que no es otra cosa que la plasmación de
mis sentimientos y que son el compendio de un análisis de la realidad de
una manera respetuosa.
Una
vez dicho esto, quiero desde estas líneas hacer público una especie de
crítica al libro de mi buen profesor, pero ante todo amigo y mejor
persona, Justo Sotelo, "Las mentiras inexactas". Siempre he dicho que
hacer una crítica o una crónica de lo que pasa a tu alrededor, es
complicado porque se hace de una manera subjetiva. Lo que más me ha
gustado del libro es la interactuación no solo con las historias sino
además con los personajes. A medida que me adentraba en sus páginas
advertía que la lectura era lo que hago yo al hacer oración, poniéndome
en la situación de la historia. Cada vez que los personajes entran en la
librería de Sergio era como si lo hiciera yo también y formara parte de
esa historia, aunque en realidad yo, Antonio Vaquerizas Pulido, poco
hubiera podido aportar en el diálogo. O esos paseos por el Malecón de La
Habana... Es también preciosa la historia de amor entre Nora y
Sergio... Pero si hay algo que resume lo que he sentido leyendo la
novela ha sido una frase que ponía en el marcador con el que señalaba el
fin de mi lectura: "Una misteriosa novela en la que las cosas no
ocurren por casualidad".
Siempre lo he dicho y a él, a Justo, así se lo he manifestado, que antes que ser un profesor y enseñarnos las materias de la asignatura, nos enseñó a ser personas.
Gracias querido profesor, gracias querido amigo. Un abrazo muy fuerte".
(La foto está un poco borrosa, pero es la que me envió anoche Antonio. Seguro que a los escritores que he citado al principio también les hubiera gustado leer cosas así y recibir fotos como esta. Después de todo, en su época ni ellos mismos sabían que eran Rilke, Proust y Balzac).
Siempre lo he dicho y a él, a Justo, así se lo he manifestado, que antes que ser un profesor y enseñarnos las materias de la asignatura, nos enseñó a ser personas.
Gracias querido profesor, gracias querido amigo. Un abrazo muy fuerte".
(La foto está un poco borrosa, pero es la que me envió anoche Antonio. Seguro que a los escritores que he citado al principio también les hubiera gustado leer cosas así y recibir fotos como esta. Después de todo, en su época ni ellos mismos sabían que eran Rilke, Proust y Balzac).
No hay comentarios:
Publicar un comentario