domingo, 12 de mayo de 2019

"La hija del aire", de Calderón, en el Teatro de la Comedia de Madrid.

La reina Semíramis es un personaje que no se sabe si existió realmente o es otro producto más de la mitología con el que hemos construido la historia de la humanidad. La obra que escribió Calderón en el año 1653 (entre otros escritores y músicos) habla del poder y las intrigas políticas, de la lealtad, la traición, el amor, los celos y, en realidad, sobre la belleza que puede ser entendida como un imán, pero también como una trampa. Es la idea de la tentación que puede volver locas a las personas.

¿Qué ocurre cuando el ser humano pierde el poder? Es posible que lo lleve a la locura y lo llene de ira y de rabia para recuperarlo. Y no me refiero solo al poder político, sino también al poder económico, incluso al sentimental y familiar.

Como siempre digo, ir al teatro y observar el comportamiento de todos los actores, del director, de los que intervienen delante y detrás de los ojos de la gente, continúa siendo algo mágico. Me gusta escuchar cómo se respira cerca de mí, que la gente ría y tosa y se queje o disfrute. Me gusta ver sentir a los actores, verles fingir que fingen para sintetizar en uno solo cada uno de los espejos con los que nos construimos por dentro y fuera como seres humanos.

No se me ocurre otra manifestación artística más humana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario