Es la película que más ha gustado siempre a las mujeres que conozco.
Hace poco cumplió 15 años.
Anoche volví a verla.
A pesar de la diferencia de edad, se encuentran en un hotel impersonal de Tokio. Los dos están casados y no son felices ni infelices. Quizá por eso es
una de las mejores descripciones de la soledad que se han hecho en el
cine.
Nunca sabremos qué le dice él a ella al oído en la última
escena. Es un cine contemporáneo donde hablan las imágenes y los
silencios.
A mí también me gusta mucho esta película.
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