domingo, 27 de octubre de 2019

"Me gusta vivir una hora más".

Ayer paseaba por un muelle y me encontré con una sirena que cantaba una canción de amor sentada en una escultura. Pensé en Homero y Picasso, en mis paseos por su museo de París, en el Hôtel Salé del barrio de Le Maráis, casi más en el café de la terraza interior que en el propio museo. ¿Por qué será que me gustan tanto los cafés y restaurantes de los museos, sentarme a una mesa para mirar a la gente y hasta ponerme a escribir? De improviso aquella bella mujer con forma de pez dejó de cantar y se puso a escuchar a un violoncelista que estaba enfrente. Como yo me había situado detrás de ella, pude viajar unos minutos desde las islas griegas de mi imaginación a la Argentina del "Hombre de la esquina rosada", de Borges. Me parece que me perdí por el camino, y Ulises me dio por desaparecido, pero reconozco que no me importó gran cosa.

Borges y la Lujanera tampoco dijeron nada.

Es lo que tiene la libertad de pensamiento, que es como decir la libertad de tu forma de vivir.

https://www.youtube.com/watch?v=7MYFeW1t_Bw

1 comentario:

  1. Es tu mirada metaliteraria la que te hace percibir de esa forma la vida que en realidad, es una ventana que tú Justo Sotelo, la abres y descubres el movimiento de la literatura y del arte a través de ella. Tu prosa no rehúsa de la plasticidad de la imagen sino que la complementa y potencia. Con la imagen de cada post representas la idea que deseas resaltar de la realidad, del mundo así como todas las conexiones y relaciones que percibes en él.

    ¿Cuál es tu “verdad”? Tu verdad, la expresada, la vivida, la sentida es tu experiencia personal con la literatura que amas y que a lo largo de los años, has leído, has estudiado y has analizado. Tu conciencia, tu ser, tu existencia se dibujan como puntos interrelacionados de una red donde existen sirenas, libreros, mendigos, banqueros, escritores y a todos ellos les das vida en tu mundo narrativo; el escenario de la playa siempre queda reflejado en tu literatura, en tus post, en tus comentarios; el viaje de Ulises encuentra vientos desfavorables en tus novelas como también se topan con ellos tus personajes. Te sitúas detrás de la cámara y aprecias la imagen de una sirena, te imaginas y viajas por los mundos borgeanos y te trasladas en tu pensamiento a tus paseos parisinos, a esos cafés y restaurantes de Montmartre por los que tantas veces te has sentado a mirar y a escribir en una pequeña libreta. Tu mirada es la que modifica tu pensamiento, tu visión es la que mueve tu realidad, tu forma de apreciar el mundo es la que te lleva a la forma estética de la existencia. Un beso Maestro

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