El otro día recordaba el Frankenstein de Mary Shelley, y eso me llevó a escuchar "Prometeo", el poema sinfónico de Liszt:
También pensé ayer en ello, comiendo frente al mar, en una playa perdida, la última que he encontrado, a pesar de que fuese el día de Navidad. A veces creo ser de otra época, más romántica, galante y elegante, más aventurera y literaria, en la que también estuvieses tú, y estuviese el mar. Cuando el último mar me hablara y también lo hiciera Frankenstein, y Liszt compusiera música al piano para ti y para mí.
Siempre digo que vivo dentro de una novela o una película.
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