miércoles, 18 de diciembre de 2024

"Donde nacen la Literatura y la Libertad".


 
En la última tertulia de este año en Casa Manolo, ayer por la tarde me llevé a mis amigos a pasear por la historia de la humanidad, la que escribieron Hesíodo y Ovidio, con el objeto de justificar la base mitológica de "El anillo del nibelungo" de Wagner. Luego hablaron los tertulianos Isabel, Javier, Cristina, Miguel Ángel, M Carmen y todos los demás. Terminamos comiendo bombones que nos trajo Miguel Ángel y cantando dos villancicos escritos para la tertulia por este y por Concha
 
Según la mitología griega, la humanidad pasó por varias Edades. Hesíodo habló de cinco en el siglo VIII a.C. y Ovidio de cuatro en el I a.C. En la Edad de Oro el dios que gobernaba a los dios y hombres era Cronos, desde la armonía. Había abundancia de alimentos de la naturaleza y los humanos no necesitaban trabajar, y pudieron vivir hasta una edad muy avanzada y morir en paz. Desde la Edad de Plata hasta la época de Hesíodo, se creía que Zeus era el dios de los dioses y gobernante del universo (la primera foto que he puesto es del cuadro de Lucas Cranach el Viejo). Los hombres vivían como niños durante cien años, sostenidos por sus madres, mientras que como adultos vivían por un tiempo muy corto ya que se enfrentaban entre sí. No pagaban tributos a los dioses, por lo que Zeus los mató a todos. En la Edad del Bronce los hombres eran duros y guerreros. Utilizaban bronce para crear sus armas y viviendas y, finalmente, se destruyeron entre sí con guerras. El final de la era estuvo marcado por el diluvio de Deucalión. La Edad Heroica supuso una mejora de la anterior. Esta era la época en la que vivieron héroes y semidioses, luchadores cuyas hazañas serían cantadas en los siglos venideros. Por último, Hesíodo creía que él y sus contemporáneos estaban en la Edad del Hierro, una época de desolación, destrucción y dolor. Los humanos luchaban entre sí y únicamente se preocupaban por sí mismos. Por falta de vergüenza e indignación, la humanidad se destruiría a sí misma y los dioses la abandonarían. Según Ovidio, solo existieron cuatro edades y dejó fuera la de los Héroes. Durante la Edad de Oro, los hombres no podían viajar muy lejos y no podían explorar el mundo entero. Durante la Edad de Plata, Júpiter (el equivalente romano de Zeus) ofreció a los hombres el cambio de estaciones, así como el arte de la agricultura. Para Ovidio, la Edad del Bronce también estuvo marcada por la guerra, mientras que en la Edad del Hierro los hombres no solo eran belicosos, sino también impíos y desleales.
 
Tras improvisar estas explicaciones a mis amigos, les leí en el móvil estas frases:
 
"Porque hay nuevos gobernantes en el cielo, y Zeus gobierna con costumbres ilegales; lo que antes era poderoso, ahora lo destruye". (Estribillo de "Oceánidas", de Esquilo, Prometeo Bound 150).
 
"Sócrates: Bueno, creo que él [Hesíodo] quiere decir que la raza dorada no estaba hecha de oro, sino que era buena y hermosa. Y considero una prueba de esto que dice además que somos la raza de hierro". (Platón, "Crátilo", 398a).
 
"...fugit irreparabile tempus..." (Virgilio, "Geórgicas", 3.284).
 
"¡Oh Tiempo, gran devorador, y tú, Edad envidiosa, juntos destruís todas las cosas; y, royendo lentamente con los dientes, finalmente consumis todas las cosas en una muerte prolongada!" (Ovidio, "Metamorfosis" 15.234).
 
Don Quijote: "Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío." (Miguel de Cervantes, "Don Quijote", Parte I, Capítulo XI).
 
"La gran era del mundo comienza de nuevo,
Vuelven los años dorados,
La tierra se renueva como una serpiente
Sus malas hierbas de invierno gastadas:
El cielo sonríe y las religiones y los imperios brillan
Como restos de un sueño que se disuelve." (Shelley, "Hellas").
 
"... Más que maquinaria, necesitamos humanidad, más que inteligencia, necesitamos bondad y gentileza. Sin estas cualidades, la vida será violenta y todo estará perdido..." (El barbero en "El gran dictador" de Chaplin, 1940).
 
El final de este post solo puede ser este, que además acaba con música de Wagner:
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario