En el primer movimiento de la última sonata de Schubert (1828), que terminó e interpretó dos meses antes de su muerte, a los 31 años, no hay lugar para el miedo o el terror. Comienza en un reino de armonía celestial tan seguro en su delicioso reposo que nada puede desviar su capacidad de darnos placer. "Es el trino más extraordinario en la historia de la música", dijo Andras Schiff al New Yorker tras tocar la sonata con serenidad magistral en el Walt Disney Concert Hall. Para el pianista húngaro, el trino sonaba como un murmullo lejano sobre un mar en calma de una tormenta que se acercaba:
Ayer hacía mucho frío y me pasé la tarde leyendo "Fuera de guion" (2024, Lastura), del escritor y profesor José Luis Morante, casi cien microrrelatos, como dice el propio autor, y que me había pedido que leyera. Y lo hice mientras escuchaba varias veces esta sonata de Schubert. A José Luis también le gusta mucho la música clásica y su forma de escribir tiene el ritmo de esta música o al menos es lo que yo he interpretado mientras leía su estupendo libro. Él habla de la casa del tiempo a través del lenguaje (algo en lo que siempre insisto en mis tertulias literarias, y en realidad en todo lo que escribo), y lo hace como "depositario de conocimiento y experiencia" (p. 11). Para ello solicita la presencia junto a él de Arreola, Rulfo, Cortázar, Onetti, Borges, Pizarnik, entre otros muchos escritores que han surgido de sus múltiples lecturas a lo largo de su vida como profesor de lengua y literatura, y de lector atento e inteligente, algo que se ve en su blog "Puentes de papel", un espacio digital que creó en 2010. Pero José Luis sabe el mundo que habita y pide la presencia de la biblioteca de los "libros innecesarios" (p. 19) porque piensa que la belleza es lo más barato del mundo y por eso su valor es incalculable. Sus textos son tan literarios como melancólicos y de vez en cuando necesita volver a su "casa", en El Bohodón, en Ávila, "ese lugar en cuyas vigas hacen nido los recuerdos" (p. 43).
Este hermoso libro es "más o menos" la vida, nos dice José Luis.
El tumultuoso siglo XX nos mostró en la ciencia, en la filosofía, en los acontecimientos mundiales y también en el arte, "lo poco que es lo que parece". Cada uno escucha esta sonata en si bemol, D. 960, de Schubert de manera diferente. Cada vez que la escuchas, tienes la oportunidad de descubrir algo que siempre estuvo ahí, frente a ti, lo mismo que la buena literatura.
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