Es conocido que
a Galdós no le dieron el Nobel por la campaña que se hizo en España
contra sus conocidas tendencias anticlericales. Ya se sabe que los
premios no se ganan, se reciben.
Ayer paseaba un rato por un
bello jardín con Javier, mi cura vasco, hablando de filosofía, ética,
literatura y cosas así, y en cierto momento me dijo que me acercara a
ver un busto. Pertenece a uno de los personajes reales que aparecen en
"Fortunata y Jacinta". Galdós
consideraba a Ernestina Manuel de Villena como una verdadera santa
española. Había nacido en Italia, pero era madrileña de adopción.
"Fortuna y Jacinta" resume el complejo mundo de Galdós y por tanto el de
la España de su época. Es una de las cuatro o cinco mejores novelas de
la historia de la literatura española, cuya lectura recomiendo a todos
los que me preguntan qué hay que hacer para aprender a escribir.
Ernestina Manuel de Villena aparece en la novela de Galdós con el
nombre de Guillermina Pacheco, una licencia que yo también utilicé al
retratar el espíritu de Ernestina de Champurcín, la poeta de la
Generación del 27, a la que llamé Albertina Duarte en mi novela "Las
mentiras inexactas". Había conocido cosas de su carácter y de su vida
gracias a uno de mis alumnos, que era su nieto. La señora de la
fotografía se convirtió en la benefactora e introductora en nuestro país
de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, e impulsora modesta del que
más tarde llamaríamos "Welfare State" o Estado del Bienestar que
disfrutamos en Occidente y que mucha gente piensa que llegó por
generación espontánea.
Amigos, paseos, casualidades, historias reales e inventadas, trozos de la vida.
Literatura.
Amigos, paseos, casualidades, historias reales e inventadas, trozos de la vida.
Literatura.
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