sábado, 8 de septiembre de 2018

"La santa de Galdós y qué es eso de escribir".

Es conocido que a Galdós no le dieron el Nobel por la campaña que se hizo en España contra sus conocidas tendencias anticlericales. Ya se sabe que los premios no se ganan, se reciben.
Ayer paseaba un rato por un bello jardín con Javier, mi cura vasco, hablando de filosofía, ética, literatura y cosas así, y en cierto momento me dijo que me acercara a ver un busto. Pertenece a uno de los personajes reales que aparecen en "Fortunata y Jacinta". Galdós consideraba a Ernestina Manuel de Villena como una verdadera santa española. Había nacido en Italia, pero era madrileña de adopción. "Fortuna y Jacinta" resume el complejo mundo de Galdós y por tanto el de la España de su época. Es una de las cuatro o cinco mejores novelas de la historia de la literatura española, cuya lectura recomiendo a todos los que me preguntan qué hay que hacer para aprender a escribir.

Ernestina Manuel de Villena aparece en la novela de Galdós con el nombre de Guillermina Pacheco, una licencia que yo también utilicé al retratar el espíritu de Ernestina de Champurcín, la poeta de la Generación del 27, a la que llamé Albertina Duarte en mi novela "Las mentiras inexactas". Había conocido cosas de su carácter y de su vida gracias a uno de mis alumnos, que era su nieto. La señora de la fotografía se convirtió en la benefactora e introductora en nuestro país de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, e impulsora modesta del que más tarde llamaríamos "Welfare State" o Estado del Bienestar que disfrutamos en Occidente y que mucha gente piensa que llegó por generación espontánea.

Amigos, paseos, casualidades, historias reales e inventadas, trozos de la vida. 

Literatura.

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