sábado, 16 de octubre de 2021

"Un diario poético del confinamiento".

Ayer el cartero dejó en el buzón de casa el último libro de poemas de la artista Adriana Davidova. Nacida en Sofía (Bulgaria), Adriana es escritora, actriz, directora y guionista de cine, además de hija de una poeta admirable, Zhivka Baltadzhieva, de la que he presentado algún libro y que también es vecina mía. A veces me los encuentro por la calle, a Zhivka, a Adriana, al marido de esta, Liberto Rabal, el nieto de Paco Rabal, del que volví a ver hace unos días "Los santos inocentes", dirigida por Mario Camus, un estimable director de cine que ha fallecido recientemente y del que yo siempre recordaré "La colmena" y también "Los pájaros de Baden Baden", una película tan imperfecta como fascinante, y que se basa en un relato de Ignacio Aldecoa. Me puse a leer a Aldecoa después de ver esta película. Yo era joven, y la película romántica y libertaria. Ahora me tengo que ir a clase y no voy a hablar del libro de Adriana porque no lo he leído, salvo algunos poemas sueltos sobre un mundo roto y desgarrado por la pandemia, pero más adelante nos acompañará en la tertulia del Café Gijón, como en otras ocasiones (la última, en la tercera foto).

Me iré caminando lenta y tranquilamente a clase, pensando en lo que voy a contar a mis alumnos, ya sin mascarilla, y escuchando en los auriculares la música de Antón García Abril para la película de Camus, del estilo de Francis Lai o Claude Lelouch, muy de la época, de aquella época.
 
Es la vida, tan parecida al cine y la literatura, al menos la mía, como los pájaros de Baden Baden:
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario