¿Qué tienen en común Francisco de Goya y el joven artista británico Johathan Baldock (Kent, 1989). Hay muchas cosas que se pueden hacer un sábado por la mañana, como, por ejemplo, desayunar en la cafetería de La Casa Encendida, un poco más allá del Reina Sofía. Y luego ver arte, y pensarlo durante un rato. Baldock se licenció en Pintura por la Winchester School of Art e hizo un Máster en Pintura por el Royal College of Art de Londres. Especializado en escultura, instalaciones y performance, su trabajo indaga en varias temáticas como los mitos y el folclore, y está repleto de humor e ingenio, así como de aspectos misteriosos y macabros. Por otro lado, en 2012 fueron restaurados en el Museo del Prado los llamados "caprichos amarillos" de Goya dibujados a sanguina. Entre ellos está uno muy conocido, "Aún aprendo 1825-1828", citado de forma recurrente en la bibliografía del artista. Seguramente, a finales del siglo XIX y con intención de protegerlos, estos caprichos fueron cubiertos con una capa de almidón que se volvió amarilla con el tiempo y transformó su aspecto original. Baldock pensó en esta imagen de Goya para reflejar que, a pesar de las carencias de la vejez, se debe continuar aprendiendo. Nos dice igualmente que resulta urgente adoptar una posición a favor de la Naturaleza. La sala reproduce murmullos casi indistinguibles y zumbidos abstractos que dan voz a los objetos y materiales orgánicos, creando a su vez conversaciones entre ellos.
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