Ayer escribí un post sobre la bondad, la amistad, el jazz y un jersey de Olot, y hoy voy a hacerlo sobre el humor. El domingo pasado me fui a dar un paseo por Guadalix de la Sierra, un pequeño pueblo del norte de la provincia de Madrid. Siempre que voy me detengo unos minutos frente al Ayuntamiento, y vuelvo a imaginar a Pepe Isbert y Manolo Morán interpretando la inolvidable escena de "Bienvenido, Míster Marshall" (1953), de Berlanga, que también escribió el guion junto a Bardem y Miguel Mihura. El creador de "Tres sombreros de copa", "Sublime decisión" y "Ninette y un señor de Murcia", redactó la segunda versión de esta divertidísima historia. Y yo ayer tenía ganas de reírme con mis alumnos, como en realidad todos los días, porque si no lo hiciera como profesor me dedicaría a otra cosa, así que les puse esta escena de Youtube para hablarles de la España de aquel momento. Les extrañó que fuera en blanco y negro, pero ahí estoy yo, para explicarles algunas cosas:
Anoche volví a ver la película. A pesar de que en esa época existía la censura, no le afectó demasiado. Mihura, Berlanga y Bardem eran sumamente inteligentes. Por supuesto que la película tiene bastante mala uva y que habla de una España pobre y atrasada, pero lo hace con humor, dulzura e inteligencia.
Tener sentido del humor (y del amor) es ser sumamente inteligente, y a mí me apetece tomarme el primer café de esta mañana de lluvia tan agradable cantando en Guadalix de la Sierra, digo en Villar del Río, uno de esos lugares mágicos de los sueños, de la inteligencia y el humor:
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