lunes, 25 de octubre de 2021

"Pilar S. Tarduchy, una de las tertulianas del Café Gijón, entre las afectadas por el "aceite de colza".

Pilar y su pareja, Oskar Rodrigañez Florez, aparecieron en mi vida hace varios años y, como entre otras muchas cosas son poetas, se integraron en la tertulia presencial del Café Gijón. En la primera foto que he compartido, ella se encuentra en el centro durante la visita a la tertulia de la joven novelista argentina Florencia del Campo. Los dos están en la segunda foto, a mi lado, cuando una tarde antes de la pandemia me fui a la Librería Bravo de Fuenlabrada para hablar en su Cinefórum de una película que me gusta mucho, "El nadador", interpretada por Burt Lancaster, según el cuento de John Cheever. La directora de este grupo es Patricia Nogueira, también víctima de ese aceite, amiga de ellos y de mi amiga Rosalía del Val, que me la presentó. La tercera foto se refiere a una plaquete de poesía y que ellos publican y para la que me pidieron que escribiera un prólogo, que también publiqué en el Diario Progresista dirigido por mi amigo Antonio Carmona (a ver si ahora que es vicepresidente de Iberdrola nos baja un poco la luz).

Este es el prólogo, que me resistí a escribir porque no soy poeta y no me quiero meter donde no me llaman. Pilar y Oskar me tuvieron que "sobornar" una mañana en el Café Comercial con un café con leche y unos churros para que lo hiciera:
 
Este martes pasado seis componentes de la plataforma "Síndrome Tóxico-Seguimos Viviendo", en la que se reúnen los afectados por esta enfermedad de la colza, se encerraron en el Museo del Prado durante una hora con el fin de que el Gobierno los reciba y sobre todo los escuche. "Hemos llamado, mandado cartas, correos, y no hay forma. Somos víctimas de segunda", dijo una de las afectadas. Hace años cobraron una indemnización que utilizaron para adaptar sus viviendas y para poder vivir y pagar parte del tratamiento que necesitan, pero no es suficiente. "Queremos que se nos reconozca como víctimas", sentencian.
 
Solo quería decirlo.
 



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario