"Desde la ventana se podía contemplar buena parte de la calle. En una esquina del local hay dos músicos que tocan un piano y un violín. Elvira, Ruth y Alfredo están sentados a la misma mesa. Hablan entre ellos y cuentan cómo conocieron a Gabriel. Están vestidos de la misma forma que en el teatro Fausto".
("Poeta en Madrid", 2021, Huso).
Eu Bandera escribió estas palabras antes de ayer en su muro, y con ellas se refería a una escena en la cafetería Embassy de Madrid, en la que se producen algunos encuentros en mi novela. Eu sigue con su tratamiento para ver si consigue recuperarse de la COVID y sus lamentables secuelas (existen más personas de las que pensamos que las padecen), pero se ha empeñado en leer mi última novela, a pesar de que le cuesta mucho. Por eso ha pedido a Juan (supongo que será su marido) que se la lea. No obstante, Eu escribe cada día por aquí y me da siempre las gracias por poderme leer a su manera. Ayer hablaba de la influencia del poeta y profesor Gerardo Diego en la bióloga María del Carmen Marron en el instituto Beatriz Galindo de la calle Goya de Madrid. Esta novela se la dediqué a mi hijo y al padre Plaza, mi profesor del colegio, que me inspiró el amor a la literatura sin que yo apenas me diera cuenta. En el examen de final de curso no me quiso examinar, y solo me pidió que le escribiera un cuento. Muchos años después un conjunto de actores de Radio 3 de RTVE dramatizaron algunas escenas de "Poeta en Madrid", que espero que Eu pueda escuchar:
https://www.rtve.es/play/audios/la-libelula/poeta-madrid-justo-sotelo-ed-huso/6027218/
Por eso ahora pienso, mientras me tomo el primer café del día, que si mis libros sirven para acompañar a las personas que lo pasan mal se habrá justificado mi amor por los libros y la literatura. Deseo que esto sea un volver a empezar para Eu y para todas las personas que sufren:
https://www.youtube.com/watch?v=cCYGyg1H56s
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