La vida es demasiado corta para no vivirla intensamente.
La vida es demasiado corta para tomarse demasiado en serio a uno mismo.
La vida es demasiado corta para votar en verano; en verano lo que hay que hacer es comer pescado a la orilla del mar con una copa de vino blanco en la mano.
La vida es demasiado corta para no comer helados en cualquier época del año, y beber horchata con fartons.
La vida es demasiado corta para enfadarse por cualquier tontería (como decía mi madre, el que se enfada tira la garrota y cuando se le pasa se la encuentra rota).
La vida es demasiado corta para no escribir novelas, y leerlas, y ver películas y obras de teatro y exposiciones, y ver cómo juegan los niños en el parque.
La vida es demasiado corta como para no perder el tiempo mirando las estrellas por la noche.
La vida es demasiado corta para no decir "te quiero", a todas horas, a las personas que quieres, incluido a ti mismo.
Me gusta regalar flores y canciones porque la vida es demasiado corta para tomar un café que esté malo:
(Antes de publicarlo en mi blog y las redes sociales, pienso que el post me ha quedado demasiado cursi, pero me encojo de hombros y sonrío. Sonreír es una de las cosas que más me gustan. Siempre me ha gustado la música de los caballitos y subirme al tiovivo contigo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario